Los vigías del volcán Tungurahua contarán sus historias en un libro tras los 17 de actividad eruptiva

Los vigías de Cotaló, Cusúa, Pillate, Juive Grande, Juive Chico, Baños, Bascún y otros sectores asistieron al taller de capacitación y la planificación del contenido de la obra. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Los vigías de Cotaló, Cusúa, Pillate, Juive Grande, Juive Chico, Baños, Bascún y otros sectores asistieron al taller de capacitación y la planificación del contenido de la obra. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Los vigías de Cotaló, Cusúa, Pillate, Juive Grande, Juive Chico, Baños, Bascún y otros sectores asistieron al taller de capacitación y la planificación del contenido de la obra. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

La edición de un libro volvió a juntar a los vigías y técnicos del Instituto Geofísico que monitorean la actividad eruptiva del volcán Tungurahua. La cita se realizó en la base de monitoreo de Guadalupe, en el cantón Pelileo, en la provincia de Tungurahua, el sábado 23 de septiembre del 2017.

Los vigías de Cotaló, Cusúa, Pillate, Juive Grande, Juive Chico, Baños, Bascún y otros sectores asistieron al taller de capacitación y la planificación del contenido de la obra. Ellos contarán sus experiencias, anécdotas, vivencias y las historias en los 17 años en que entró en actividad el coloso. En proyecto tiene el apoyo del Instituto Geofísico (IG) y la Fundación Streva de Inglaterra.

Pedro Espín, vulcanólogo del Instituto Geofísico, dijo que las reuniones con los vigías se realizan dos veces al año. “No porque el volcán está aparentemente dormido o no ha dado muestras de actividad superficial los vigías están descansando”.

Mencionó que ellos en forma diaria reportan al observatorio del IG las novedades de sus zonas como las lluvias y el descenso de flujos de lodo. También, les apoyan en el transporte y el mantenimiento de los equipos en las estaciones de monitoreo instalados en el coloso. “Trabajamos con el proyecto Streva y el IG reuniendo a los vigías en los talleres y recordarles que están vigentes y activos”.

Los vigías del volcán Tungurahua contarán sus historias en un libro tras los 17 de actividad eruptiva. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

Otro de los objetivos es la edición de un libro donde narren sus vivencias desde que arrancó la actividad del macizo en septiembre de 1999. “Esta recopilación de vivencias será de utilidad para las nuevas generaciones, los vigías del Chiles o Cerro Negro y del Cotopaxi”.

En talleres anteriores realizados en Baños, Puela y Cusúa se trataron temas como de la ceniza y otros asociados al volcán y en gestión de riesgo. La idea es que los vigías se actualicen en sus conocimientos al momento la actividad en el coloso es baja y los equipos de monitoreos señalan un evento sísmico diario.

Durante la sesión de trabajo el artista plástico Pablo Sanaguano con ayuda de los centinelas comenzó a efectuar el boceto de lo que contendría el libro. Carlos Sánchez, vigía de Casa del Árbol en Baños, dijo que es una buena idea editar un libro con todas las vivencias de las personas que en forma voluntaria trabajan en el volcán con el propósito de salvar vidas.

La edición de un libro volvió a juntar a los vigías y técnicos del Instituto Geofísico que monitorean la actividad eruptiva del volcán Tungurahua. Foto: Glenda Giacometti/ EL COMERCIO

La vulcanóloga Patricia Mothes, contó que intentan que en el libro se plasme todo el esfuerzo humano, de corazón y de colaboración por el bien de toda la gente que vive en las faldas del volcán. Es una obra compartida entre los vigías y los técnicos del Geofísico. Los dos fueron la visión del macizo en estos 17 años.

“Es cierto que la actividad es baja, pero no podemos decir que terminó puesto que se registró 17 sismos en la parte alta del volcán durante una semana. No es una amenaza, sin embargo, hay que continuar la capacitación no solo con el volcán sino por sismos, terremotos o eventos antrópicos”, afirmó Mothes.

Para María Teresa Armijos, del proyecto de Fortalecimiento de la Resiliencia en áreas volcánicas financiado por el centro de Investigación del Reino Unido (Streva por sus siglas en Inglés), trabaja con el IG en la investigación para entender mejor cómo funciona el sistema de los vigías del volcán Tungurahua Además, cómo este apoya a gestión de riesgos. “Plasmaremos las experiencias de los vigías en un libro que será co-diseñado con los voluntarios.

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