Voluntarios llevan en canoas alimentos para comunidades afros y chachis del norte de Esmeraldas por la emergencia sanitaria. Foto: cortesía Dennis Tenorio.
Un grupo de voluntarios, representados por Mauricio Ayoví y Dennis Tenorio, lleva alimentos a las comunidades afros y chachis del norte de la provincia de Esmeraldas.
En esas zonas escasean los productos desde que empezó la cuarentena, por la emergencia sanitaria del covid-19.
La travesía empieza en el muelle fluvial de Borbón, en el cantón Eloy Alfaro. Allí cargan las raciones de alimentos en una canoa, impulsada por dos motores fuera de borda. Desde el muelle, los navegantes parten a las 06:00, río arriba, donde están las comunidades asentadas en los márgenes de los ríos Cayapas y Ónzole.
El viaje dura hasta cinco horas. Los hábiles motoristas deben sortear las peligrosas correntadas, pues un descuido puede hacer que zozobre el navío y perder los alimentos.
Entre las comunidades más distantes están Gualpí, Amiupi, Sabalito, El Cóndor y Balzar, todas de la Nacionalidad Chachi, que fueron identificadas por los voluntarios.
La coordinación se hace un día antes para que las familias de las poblaciones más dispersas puedan bajar hasta la localidad chachi Loma Linda, el punto de concentración, para recibir los productos. A los habitantes no solo les entregan alimentos, también les proveen gasolina para que puedan regresar a sus destinos.
Los voluntarios cuentan que en la embarcación alcanzan a llevar hasta 400 sacos de comida. En las últimas entregas han tenido facilidades para navegar, debido a que el río Cayapas está crecido.
Los voluntarios navegan por las comunidades del norte de Esmeraldas para llegar con los kits de alimentos. Foto: cortesía Dennis Tenorio.
En ocasiones, cuando está seco, deben bajarse de la estrecha y pesada embarcación para empujarla hasta la parte más honda y así llegar a su destino.
Mientras se viaja, los voluntarios van dejando los alimentos a las familias que viven en la orillas del afluente; eso ocurre en pueblos como El Esfuerzo, El Chispero e Inmaculada.
Dennis Tenorio, uno de los voluntarios, describe cómo son las comunidades a las que llegan. “Lo que se observa es pobreza de la gente por las condiciones en la que habitan. La mayoría de las familias vive en casas de madera y se alimentan de lo poco que generan (plátano y la caza de animales)”.
La provisión de kits de alimentos se hace con apoyo de la Fundación Raíz y el Proyecto Ecología, Desarrollo, Salud y Sociedad (Ecodess), que trabaja en salud pública con las comunidades del norte.
Las familias indígenas y afros reciben charlas sobre el lavado de manos, por qué quedarse en casa y folletos con información sobre el covid-19. Ecodess también dona mascarillas y cubre bocas.
En comunidades como Guadual, Telembí y Zapallo Grande se cuenta con un equipo encargado de vigilar que se cumpla la cuarentena para que nadie ingrese al pueblo sin las debidas medidas de bioseguridad.
Desde que se inició el aislamiento y las restricciones de movilidad se han entregado 1 033 kits a las comunidades chachis y afros. Cada uno cuenta con provisiones para una familia de 8 personas y pueden durar hasta 15 días. Las raciones han llegado a cuatro comunidades afroesmeraldeñas y 20 chachis de los ríos Cayapas y Ónzole.
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