Si viaja por la vía Papallacta-Baeza circule con precaución

Sector del Río Laurel con pequeños deslaves que complican a los conductores la circulación en la vía de Quito a Tena. Foto: Eduardo Teran / El Comercio

Sector del Río Laurel con pequeños deslaves que complican a los conductores la circulación en la vía de Quito a Tena. Foto: Eduardo Teran / El Comercio

Estado de la vía desde Quito hacia Cuyuja (Tena). En la foto se ve el sector del Río Laurel con pequeños deslaves que complican a los conductores la circulación. Fotos: Eduardo Teran / El Comercio

Después de tanta lluvia en los últimos cuatro meses, los habitantes de Cuyuja se alegraron de la llegada del sol.

Ese martes 7 de agosto del 2018 era el primer día claro y seco.

Las lluvias han afectado severamente el pavimento de la vía, desde la Y de Pifo hasta Baeza, aunque los mayores daños están en el tramo entre Cuyuja y Baeza, dos parroquias del cantón Quijos, en la provincia de Napo.

Los turistas deben tener precaución al transitar por ese trayecto, por la presencia de huecos, tramos cuarteados o desnivelados, y zonas proclives a deslizamientos de tierra y roca.

Sector del Río Laurel con pequeños deslaves que complican a los conductores la circulación en la vía de Quito a Tena. 

La Policía y las autoridades del Ministerio de Transporte y Obras Públicas recomiendan conducir a una velocidad adecuada y con cuidado, sobretodo si no se conoce la vía.

Luego de los primeros 15 kilómetros de la entrada a la Y de Pifo aparece un daño en uno de los dos carriles de ida hacia la Amazonía. Un tramo de unos 10 metros del pavimento está hundido y cuarteado. El resto de los 36 kilómetros de cuatro carriles están en perfecto estado.

De Papallacta en adelante, la vía es de dos carriles y está en buenas condiciones hasta Cuyuja. Después, los conductores deben manejar con cuidado, por los daños y la presencia de curvas sinuosas.

Los inconvenientes están en el km 54 a la altura del sitio Quebrada Negra.
José Cuastumal, quien vende jugo y pedazos de caña de azúcar, cuenta que los aguaceros bien fuertes son permanentes y dañan la calzada y la cantidad de turistas se ha reducido.

En el sector de Quebrada Negra la carretera tiene problemas en el asfaltado. 

“Hoy es un día lindo”, dice el campesino que se dedica a los cultivos y la ganadería de leche.

En el km 57, en el río Maspa, el hueco profundo es un riesgo para los viajeros.

Rosa Manitio, dueña de un local que vende fritadas, caldo de gallina y gaseosas, recuerda que un carro se accidentó hace tres meses luego de caer en el hueco.

Más baches y deslizamientos aparecen en el sitio San Víctor y en la curva Laurel, que está en el km 68.

Jonathan Nole, un joven que transporta la leche de los ganaderos de la zona, comenta que en esa curva siempre hay deslizamientos y deben pasar con cuidado porque la calzada está dañada. Nole traslada 1 000 litros de leche en la mañana y 500 litros en la tarde de todos los días. Él recuerda que el año pasado hubo menos lluvias.

Cerca de Laurel, un trabajador y su máquina del Ministerio permanecen en esa zona para retirar las rocas o material deslizado.

Omar Benavides, subsecretario zonal 2 del Ministerio, informa que entre Cuyuja y Baeza se han identificado 12 puntos críticos, por lo que se hará una rehabilitación completa con una inversión de USD 2 millones. Mientras se hace la contratación se da mantenimiento rutinario, indica.

En el sector del Rio Molana la vía esta a desnivel y en mal estado. Foto: Eduardo Terán / El Comercio

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