A María Rosa Guanín, de 75 años, no había quién la consolara. Ayer, a las 12:30, reconoció en la morgue del Hospital Ambato a su hijo Jorge Moposita, de 27 años.
Él es uno de los 13 fallecidos en el accidente que ocurrió a las 09:30 de ayer, en la vía Ambato-Píllaro, de 12 kilómetros.
El bus 16 de la Cooperativa Píllaro, de placas IAF-966, rodó por una pendiente de 250 metros en la empinada quebrada La Joaquina. Hay 37 heridos.
Esta mujer, que vestía una chalina blanca, suéter azul y sombrero de paño, esperaba que los médicos le entregaran el cuerpo de su hijo. Contó que en la mañana se despidieron. “Antes de irse me dijo que tuviera cuidado con los carros. Se subió en el bus y se fue”.
Dos horas más tarde, se enteró del percance. Jorge estaba casado con Marlene Bonilla y tenía una hija. “Vivía con nosotros y nos ayudaba, ahora no sé qué va a pasar; mi esposo está enfermo”.
A 2 metros de Guanín permanecía Segundo Maisa. Tenía entre sus brazos un féretro color blanco con los restos de su hijo Sebastián, de 9 meses. “Es lamentable; el culpable debe pagar”, dijo sollozando.
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En la sala de Emergencias del Hospital Ambato, los médicos y enfermeras atendían a los heridos que llegaban en las ambulancias.
Ángel Moya, de 34 años, solo presentaba heridas en la cabeza y la nariz. “Venía en el último asiento, al bajar La Joaquina el chofer intentó dar marcha, pero esta se atascó y luego fue un estruendo. Nos chocamos y caímos al precipicio”.
El director Nacional de Tránsito, Juan Ruales, llegó a la morgue. Dijo que se barajan dos hipótesis que pudieron haber causado el accidente. La primera es la neutralización de la caja de cambios y la segunda, una falla mecánica, que es la cristalización de las zapatas. “Eso provocó la pérdida de pista, choque y volcamiento”.
El rescate duró más de cinco horas y participaron 55 bomberos de diversos cantones, que llevaron a los afectados en 11 ambulancias a los hospitales Docente Ambato, IESS, Municipal y la clínica Durán.
Los parientes de los heridos y fallecidos llegaron desesperados a La Joaquina. Uno de ellos fue Diego Olivares, de 16 años. El joven, angustiado y sollozante, preguntó a la Policía sobre sus padres: Segundo Olivares, de 35 años, y Rosario Chicaiza, de 30. Ambos quedaron heridos y se recuperan.
Son una familia de agricultores del sector de Huagrahuasi, a 20 minutos de Píllaro. “Mis papás fueron a visitar a unos parientes que se accidentaron. Nunca pensé que les pasaría esto”.
En esas circunstancias estuvo Karina Moya, de Píllaro. Ella quería saber el paradero de su primo Julio Moya y su esposa Ana Lucía Amores. Los bomberos le informaron que estaban heridos y fueron llevados a Ambato.
Debido al cierre de la vía, los familiares se movilizaron a pie desde La Joaquina hasta la parroquia Izamba. Desde ahí alquilaron taxis a las casas de salud y otros recibieron la ayuda de camionetas particulares. Los familiares piden sanciones para la cooperativa de transporte.
Luto en Píllaro
El último accidente en la vía Ambato Píllaro ocurrió el 16 de junio del 2011. Fue en el sector del Relleno Sanitario. Cinco personas fallecieron y 18 quedaron heridas.
El alcalde de Píllaro, Rogelio Velasteguí, decretó cuatro días de duelo. Solicitó que se hiciera una capilla ardiente para la velación, pero no todos aceptaron La gobernadora de Tungurahua, Lira Villalva, dijo que se investigan las causas del accidente. Se dará ayuda a los afectados.