La imagen del Chavo del 8 aparece media encorvada y apuntando de frente con su dedo índice y pulgar derecho. Es la posición en la que se solía colocar para decir “eso, eso, eso”, con la cual afirmaba algo cierto.
Los personajes de la serie mexicana la vecindad del Chavo se encuentran en un parque temático que se inauguró este viernes 9 de mayo del 2014 en el cantón La Concordia, en Santo Domingo de los Tsáchilas, en el occidente del Ecuador.
En el lugar el ‘Chavito’ aparece junto a la Chilindrina y detrás de estos el profesor Jirafales, doña Florinda, doña Clotilde, Quico y don Ramón. No están don Barriga ni Ñoño. Pero para el alcalde Walter Ocampo, la obra es la mejor forma de rendirle homenaje en vida a Roberto Gómez Bolaños, Chespirito. Él a través del Municipio gestionó el proyecto. Ocampo desde niño admiró el sentido del humor del comediante.
De hecho aún conserva los capítulos de la vecindad del Chavo en cassettes VHS, dice. Su fascinación lo llevó a establecer contactos con la familia de Gómez Bolaños, a través del exjugador ecuatoriano Alex Aguinaga quien jugó por años en el club Necaxa de México.
Según Ocampo, el ahora técnico de fútbol le ayudó a enviar los planos del parque a la familia del comediante para que se enteraran de lo que se estaba haciendo en Ecuador.
“Prácticamente la obra se hizo con el consentimiento de Chespirito. Creo que es el único en el mundo aparte del que se construyó en honor a Jaimito el cartero, en Tangamandapio, en el sur de México”, comenta.
El parque de la vecindad del Chavo está en un área de 160 m2 del sector La Nueva Concordia. Se construyó en ocho meses empezando por las esculturas que se enviaron a realizar en la península de Santa Elena.
Cada una está hecha a base de fibra de vidrio y miden alrededor de 1, 75 metros., excepto la del profesor Jirafales que es de dos metros de altura. El contratista de la obra, Robert Armijos, asegura que se trató de cuidar cada detalle de la vecindad del Chavo. Como por ejemplo el diseño de las viviendas que se veían en la serie.
El color y la forma de las puertas de las casas se respetaron. Asimismo, la vestimenta de los personajes.
Martha Chávez, quien vive cerca al sitio, señala que con la obra se dará por cerrado el capítulo de los años cuando el barrio era considerado inseguro. De hecho antes de que se hicieran los trabajos había un parque al que lo llamaban el de la ‘muerte’.
Ximena Zambrano, otra moradora, asegura que vale la pena destacar la importancia de la obra. A ella no le agradó la idea de que el alcalde Walter Ocampo construyera el monumento en el parque central que al poco tiempo se lo tildó de ofensivo. Era el de tres mujeres mestizas que cargaban una concha donde emergía una esbelta mujer. Según se dijo entonces la figura tenía una carga negativa contra los afrodescendientes.