El movimiento turístico es más fuerte en Puerto López en esta época de vacaciones. Foto: Juan Carlos Pérez/EL COMERCIO
La temporada playera se inició en Manabí con bajas reservaciones en los hoteles ubicados en las zonas turísticas, que fueron afectadas por el terremoto.
Según la Cámara Provincial de Turismo, en Crucita (Portoviejo) y Tarqui (Manta), hasta el fin de semana solo se había reservado el 10% de la plaza hotelera. En Pedernales llega al 40%. Mientras que en Canoa (San Vicente) hay un 20% reservado y en Bahía de Caráquez es de un 30%.
En Puerto López, en cambio, ya hay un 60% de reservaciones, especialmente de extranjeros, por la temporada de ballenas. Ese sector mantiene su plaza hotelera (800) intacta desde el terremoto.
La Cámara Provincial de Turismo registró que en el 2015 para este período ya se tenía copado el 60% de toda la plaza hotelera en Manabí. Pero desde el terremoto, los turistas no han llegado, especialmente a las zonas donde aún hay trabajos de reconstrucción.
Tarqui es una de ellas. Según el presidente de la Asociación de Hoteleros de Tarqui, Plutarco Bowen, desde el 16 de abril del 2016 se ha llenado hasta el 50% de la plaza hotelera y solo en los feriados largos. La zona dispone de 3 000 camas.
La propietaria del hostal Malecón Blue, a pocos metros de la zona cero de Manta, señaló que los clientes llaman a los hoteles y preguntan por los precios, pero nunca confirman la reservación. “Hemos llegado a la conclusión de que tienen miedo de venir y por más promociones que hagamos, no logramos convencerlos”.
Contó que el turista pregunta sobre las seguridades en los hoteles y los daños que sufrieron en el terremoto. Esas interrogantes se han hecho más frecuentes desde el sismo de 5.7 grados que ocurrió del 30 de junio último en Jama. Ahora, las llamadas han disminuido en varios hoteles. “Aún continúan los trabajos de reconstrucción y además los temblores son factores que no dejan que el turismo se reactive”.
El Municipio de Manta y el gremio turístico se han reunido para tratar este tema. Ellos impulsarán los atractivos turísticos del cantón para reactivar la actividad, especialmente en la zona de Tarqui.
Por ejemplo, desde este fin de semana se realiza un tour para avistar a las ballenas en las playas de Santa Marianita, San Mateo y San Lorenzo.
El vicealcalde de Manta, Eduardo Velásquez, señaló que la idea es que los turistas se hospeden en Manta y viajen a las playas cercanas para hacer deportes acuáticos o el avistamiento de ballenas. “Los que quieran estar en la ciudad tienen playas, museos y centros comerciales para distraerse”.
En Crucita, los hoteleros señalaron que las bajas reservas se deben a que el turista de la Sierra busca lugares lejanos a la playa y la mayoría de hoteles está en el malecón. “Les explicamos que en Crucita no hubo fuertes daños por el terremoto y que hemos reformado nuestras instalaciones, pero luego de los temblores ya no quieren regresar”, comentó el hotelero Germán Zambrano.
El Municipio de Portoviejo señaló que se trabaja en la dotación del sistema de alcantarillado sanitario, que estará listo a principios del 2018.
El alcalde Agustín Casanova señaló que con esa obra se captará a más turistas de la Sierra, que buscan lugares confortables para sus vacaciones.
En Pedernales se organiza el mes del turismo en agosto. Las autoridades programan actividades artísticas, culturales y deportivas. Se planifica el festival de la corvina más grande, un pregón cultural y ferias.
Indira Puertas, directora municipal de Turismo, señaló que “en esta temporada que es alta, por lo general los turistas vienen entre semana y buscan hospedaje. Unos pasan el día en Pedernales y otros conocen las parroquias en las que hay cascadas y bosques”.
Según la Cámara Provincial de Turismo, el gremio tiene previsto recibir cada fin de semana de julio y agosto de 5 000 a 10 000 turistas de la Sierra, Perú y Colombia en las playas de Pedernales, Crucita, Manta, Bahía y San Vicente.
En contexto
Manabí tiene una oferta hotelera de 16 000 plazas. Según la Dirección Provincial de Turismo, esa zona está habilitada para recibir a los turistas. Se han hecho inspecciones no solo a la calidad del servicio sino también a la infraestructura hotelera refaccionada.