El turismo costero gana impulso con la llegada de las jorobadas

Ballenas jorobadas se observan en Guayaquil. Foto: cortesía Ministerio de Turismo

Ballenas jorobadas se observan en Guayaquil. Foto: cortesía Ministerio de Turismo

Ballenas jorobadas se observan en las costas ecuatorianas. Foto: cortesía Ministerio de Turismo

El viaje de 8 000 kilómetros termina aquí, frente a costas ecuatorianas. Entre junio y octubre, las ballenas jorobadas migran desde las gélidas aguas de la Antártica para disfrutar de la calidez del Pacífico frente a Esmeraldas, Manabí, Santa Elena y El Oro.

Los cetáceos, que pueden pesar hasta 30 toneladas y medir hasta 15 metros, eligen el país como un hogar temporal para tener a sus crías y aparearse. Su visita aumenta la curiosidad de los turistas nacionales y extranjeros, que empiezan a llegar a los principales puertos costeros.

En Puerto López (Manabí) los yates empezaron a zarpar con más frecuencia. Whale Expedition es una de las operadoras turísticas que tiene una variedad de paquetes para los visitantes.

El tour full day es de 09:30 a 17:30 y está valorado en USD 41 por persona. El viaje apunta a la Isla de la Plata, dentro del Parque Nacional Machalilla. En el trayecto los capitanes detienen los motores si encuentran una ballena y la observación puede durar hasta 45 minutos.

La ruta sigue rumbo a la isla, donde los guías dirigen una caminata para la observación de aves. Este es el hábitat de piqueros enmascarados, piqueros patas azules y patas rojas, fragatas, albatros -según la temporada- y diminutos cucuves.

Luego de compartir un refrigerio la nave se dirige a un extremo de la isla, donde los visitantes pueden practicar buceo de superficie. Corales, peces multicolores y tortugas son parte del panorama bajo el agua. El retorno a tierra firme puede incluir otra tanda de observación de cetáceos.

En esta época del año y en esta zona del país es 100% seguro ver ballenas, como dice Mariana Morán, parte del equipo Whale Expedition. Esta operadora cuenta con 11 embarcaciones.

Las naves salen con 16 personas, dos guías, el capitán y un marinero. Los recorridos más cortos tienen un costo de USD 25 y pueden durar hasta tres horas. Se hacen frente a Salango y a la playa Los Frailes.

Según el catastro del Ministerio de Turismo, en Puerto López hay 43 operadores turísticos y 68 establecimientos de alojamiento. Se calcula que el cantón tiene cerca de 2 200 plazas para turistas.

Entre las regulaciones, el Ministerio de Turismo especifica que las embarcaciones deben contar con el Registro de Turismo y la Licencia Única Anual de Funcionamiento. Además deben tener una póliza de seguro para pasajeros y tripulantes.

En cuanto a la aproximación, los botes deben hacerlo de forma posterior-lateral y paralela al grupo de ballenas. Deben comenzar a unos 400 metros y luego mantenerse a una distancia mínima de 10 metros del animal. La observación debe ser de 25 o 15 minutos, si hay crías.

En Esmeraldas, Súa es el puerto de zarpe. Aquí hay dos operadoras, que ofrecen paquetes valorados entre USD 25 y 60. El monto incluye recorridos de agroturismo, transporte, guía, póliza de seguro, alimentación.

En Santa Elena, Salinas y Ayangue son los sitios precisos. En esta provincia hay siete operadoras turísticas que cuentan con licencia de funcionamiento. Un viaje para exclusivamente observar a las jorobadas tiene un costo promedio de USD 25.

Más hacia el sur, en El Oro, la agencia Global Travel se alista para comenzar los recorridos en esta semana. La isla Santa Clara es el sitio idóneo para contemplar a los cetáceos. Aquí también se puede observar lobos marinos, piqueros, fragatas y practicar snorkel, como indica Homero Castro.

El arribo de las jorobadas a nuestras aguas es paulatino. Investigaciones de la Fundación Ballenas del Pacífico demuestran que los primeros en llegar son los machos juveniles, en mayo; a inicios de junio es el turno de las hembras y machos adultos, mientras que las hembras en busca de reproducción nos visitarán a fines de este mes.

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