Los dirigentes de empresas de transporte de Ibarra, Otavalo y Antonio Ante llevaron en sus autobuses hasta la capital de Imbabura. Entregaron un comunicado en la Gobernación. Foto: Washington Benalcázar/ EL COMERCIO
Transportistas de la provincia de Imbabura, en el norte de Ecuador, protagonizaron este 17 de julio del 2020 una protesta pacífica solicitando al Gobierno su apoyo ante la presión del sistema financiero al sector, por deudas pendientes.
Medio centenar de choferes de nueve empresas urbanas, intercantonales e interprovinciales de Ibarra, Otavalo y Antonio Ante arribó en caravana en sus buses hasta la ciudad.
Se concentraron en el redondel de El Obelisco, ubicado a pocos pasos de la Gobernación. El perímetro del edificio estuvo custodiado por miembros de la Policía y el Ejército.
Algunos conductores hacían sonar los pitos de sus vehículos mientras circulaban; otro grupo se dirigió a la Gobernación para entregar un documento. En el comunicado se detallaron los costos operativos de las diferentes modalidades del transporte. Además se solicita que el Ejecutivo obligue a la banca a cumplir las resoluciones emitidas por la Junta Monetaria y la Ley de Apoyo Humanitario.
Es decir, que durante el estado de excepción -que se inició a mediados de marzo último- y hasta por 60 días más de finalizado ese período las entidades financieras incluidas las tarjetas de crédito y casas comerciales deberán reprogramar el cobro de cuotas mensuales generadas por deudas. Eso puede incluir diferir pagos o reprogramar cuotas impagas. En ese período no se generarán intereses por mora, multas o recargos, señala la ley.
Sin embargo, dirigentes como Manuel Dueñas, presidente de Transporte Los Lagos, de Otavalo, asegura que la banca realiza un diferimiento de las deudas y, adicionalmente, se cobrando intereses por mora de marzo, abril y junio.
Dueñas asegura que los transportistas están prácticamente quebrados. Transporte Lagos, por ejemplo, tiene 55 unidades que retomaron sus actividades entre Otavalo e Ibarra y viceversa, desde el 15 de julio del 2020.
El dirigente asegura que con el protocolo de bioseguridad aprobado por el COE nacional, que obliga a que los autobuses lleven hasta el 50% de pasajeros de su capacidad, les está generando pérdidas.
Los vehículos se desplazan con un máximo de 23 pasajeros. La tarifa entre Ibarra y Otavalo cuesta USD 0,55. En cinco viajes que realiza cada unidad se generan ingresos de USD 63,25 diarios. Pero, necesitan mínimo USD 85 para cubrir los costos operativos y el pago del sueldo del conductor y un ayudante, entre otros gastos, explica Dueñas.
Luis Ernesto Palacios, presidente de la Cooperativa de Transporte Urbano 28 de Septiembre, de Ibarra, planteó que una salida puede ser que el sector financiero cobre las deudas desde el 2021.
El problema es también con las casas comerciales de venta de repuestos y vehículos. Por los cambios de chasis, que cuestan en promedio USD 72 000, y de las carrocerías (70 000), tenemos que pagar letras mensuales, asegura Dueñas. Pero, no las han podido cancelar desde hace cuatro meses.
En un diálogo anterior, el gobernador de Imbabura, Álvaro Castillo, se comprometió a transmitir el malestar de los transportistas a las autoridades del Gobierno.