El usuario de transporte urbano de Cuenca puede personalizar su tarjeta que sirve para el pago del pasaje. Este cambio es implementado por la Cámara de Transporte de Cuenca (CTC) para beneficio de los pasajeros y de los socios.
La transportación urbana de Cuenca implementó hace seis años el Sistema Integrado de Transporte y hace cuatro el modelo de caja común con el recaudo automático. En la ciudad operan 475 buses de siete empresas que están agrupadas en la CTC.
En la implementación del Sistema de Recaudo Automático, la CTC invirtió USD 7 millones. Los buses fueron equipados con torniquetes, validadores de tarjetas, cámaras de vigilancia, localizadores satelitales, monederos…
El pasajero paga 25 centavos con tarjetas o monedas y se despidieron a los controladores. Según el presidente de la Cámara, Wilmer Bravo, hasta hace 2 años el 80% de los usuarios pagaba el pasaje con tarjeta electrónica y la diferencia con monedas. Pero con la ordenanza que obliga a los conductores a dar vueltos, la forma de pago cambió.
La Cámara tiene 200 000 tarjetas vendidas, de las cuales unas 50 000 son personalizadas (estudiantes, personas de la tercera edad y con capacidades diferentes quienes pagan medio pasaje). “Los usuarios las tienen guardadas y pagan con monedas”.
Además de los conflictos conductor-pasajero, este método generó otro problema: la evasión en el pago del pasaje que actualmente supera el 10% de la recaudación diaria. Esto se da por el ingreso de arandelas metálicas, monedas de otros países o falsas.
Según Bravo, el ingreso de otros dispositivos también daña las máquinas. Por ello, impulsan una campaña de masificación del uso de la tarjeta prepago. Para beneficiar a los usuarios se promueve la personalización para que en caso de pérdida, el propietario pueda recuperar el saldo.