Los estudiantes asisten a clases como si fuera un día normal. Pero en las instituciones educativas hay aulas que solo tienen uno o dos alumnos.
Esto debido a que el último año lectivo culminó a finales de febrero y en estas semanas de marzo solo asisten quienes necesitan un refuerzo pedagógico antes de presentar los exámenes de supletorio.
María P., de 15 años, obtuvo 6/10 en matemática y por ello se quedó en supletorio. “Debía pasar con siete, pero me confié y no alcancé el puntaje”.
Esta es la primera vez que pierde una materia, pero a diferencia de los años anteriores la idea de quedarse a supletorio no fue tan aterradora.
Desde el período escolar 2013 -2014 para el régimen Costa se aplicó la disposición de brindar tres oportunidades a los estudiantes del Ciclo Básico (escuela) y diversificado.
En la primera se dictan 15 días de clases personalizadas, con material didáctico de apoyo y bajo el horario y cronograma que el docente elija. La materia que se impartirá será de los seis bloques que se estudiaron durante los dos quinquemestres, debido a que la evaluación es acumulativa.
Pero si el alumno no aprueba el examen supletorio tiene otras dos oportunidades. El profesor de la asignatura debe elaborar una planificación de actividades académicas para que el estudiante cumpla en casa con la ayuda de su familia.
15 días antes del ingreso a clases rendirá por una sola vez un examen remedial acumulativo. Si reprueba en dos o más asignaturas repetirá el grado, pero si el problema es solo en una puede dar el examen de gracia.
María P., ya se presentó al primer examen. Mañana se publicarán las notas en el patio de su colegio. “Estoy esperanzada en que estudié mucho y pasaré la evaluación”.
Para la orientadora vocacional Nancy Verdezoto, las clases de recuperación son una buena opción, porque el maestro fortalece los conocimientos que los estudiantes no comprendieron en clase y así no se quedan con vacíos que luego acarrean hasta la universidad.
Pero no está de acuerdo con que haya tres oportunidades pues los jóvenes deben aprender a asumir sus actos. “Una sociedad en la que no hay repercusiones de nuestros actos, no avanza. En el colegio debemos prepararlos para su vida laboral y en estas no hay tantas oportunidades. Un doctor no puede remediar tres veces una mala operación”.
Para la psicóloga infantil, María Zambrano, los profesores deben comunicarse de forma permanente con los padres de sus alumnos. En ocasiones hay problemas familiares que hacen que el rendimiento académico decaiga.
Pero en el caso de María P., sus padres no se enteraron que no alcanzó el puntaje en matemáticas. Ella les dijo que había cursos vacacionales gratis de algunas materias y que se había inscrito. “Me da tristeza mentirles, pero si mi papi se entera me castiga”.
Zambrano señala que los padres deben generar confianza a sus hijos sin perder la autoridad y el respeto.
El docente Franklin Arteaga afirma que los representantes legales deberían estar al tanto de las evaluaciones. “Antes de las clases de recuperación se debería hacer una reunión con los padres, para que ellos también se comprometan a que sus hijos mejoren. Si el trabajo se complementa en la casa, las clases servirán más”.