Estudiantes reciben clases en una de las aulas del Centro de Educación Continua de la Politécnica. Fotos: Julio Estrella y Patricio Terán / El Comercio
Pese a que estudiantes reciben clases en una de las aulas del Centro de Educación Continua de la Politécnica. Nicole Torres, de 20 años, se graduó en un colegio con bachillerato internacional de Quito, tuvo que empezar desde cero en Fulbright Ecuador. Al rendir la prueba de ubicación, la colocaron en el primer nivel (Pre–Beginners) del Programa de Enseñanza del Inglés para adultos.
Ecuador se ubicó este año en el puesto 65 entre 88 países que rindieron una prueba de conocimientos desarrollada por EF. Se trata de una empresa que realiza evaluaciones sobre el nivel del idioma y también ofrece cursos a niños, jóvenes y adultos.
La empresa firmó desde el 2016 un convenio con el Ministerio de Educación para evaluar a los chicos de planteles públicos. En total se aplicó a 180 000 estudiantes de 250 establecimientos en todo el país.
El nivel alcanzado por los alumnos fue de A1 y A2, elemental. La meta es que al terminar el bachillerato obtengan un B1.2, es decir, que tengan la capacidad para expresarse claramente, escribir ensayos cortos y leer textos simples.
Lo explicó Magaly Játiva, analista de Lengua Extranjera en la Dirección Nacional de Currículo de la Cartera.
Ella reconoció las “falencias” en la enseñanza del idioma, pero dijo que las enfrentan con nuevas estrategias. “Estamos conscientes de lo que se necesita y buscamos mejoras con convenios internacionales”.
El próximo año también se aplicará esta prueba y se incluirá a los docentes.
¿La razón? En el período comprendido entre el 2012 y el 2014, la evaluación arrojó resultados negativos, según explicó Esteban Pasquel, director Nacional de Atención Continua del Ministerio.
“Menos del 10% de los profesores llegaron a un nivel B2, que implica fluidez para comunicarse con nativos sin problemas, escribir textos con claridad”. El resto demostró que su nivel es inferior al esperado.
Este año, la situación no es diferente. Pasquel explicó que en los datos preliminares de la evaluación del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval) se determinó que solo el 14% llegó a esa escala.
Ante ello, una de las estrategias es la capacitación. El próximo año, por ejemplo, se dará un curso a 2 400 de los 10 000 docentes, para que alcancen el B2.
“Hay que actualizar los conocimientos y se les capacitará para que obtengan ese nivel”, dijo el director Nacional de Atención Continua.
Estas acciones se suman a la vigencia del Acuerdo Ministerial 020-A, del 2017, en el que se incorporó la enseñanza del inglés desde primero de básica y la actualización del Currículo de Lengua Extranjera en el 2016. “En cuatro años se espera ver algunos resultados”.
Gabriela Morales es una profesional de 26 años. Ella se graduó en el 2017 de ingeniera en Biotecnología, pero su inglés “aún no es bueno” para alcanzar su sueño: estudiar una maestría en México.
Uno de los requisitos es tener la suficiencia de inglés o el B2. Reconoce que en la escuela y en el colegio pudo comunicarse de forma básica con sus compañeros. Es decir, hacían preguntas o conversaban de forma simple.
Sin embargo, su carrera demanda más, ya que los textos vienen en ese idioma. Es por ello que decidió inscribirse en los cursos del Centro de Educación Continua de la Escuela Politécnica Nacional (CEC–EPN). “Cuando me pidieron que escribiera ensayos técnicos entendí la necesidad de aprender un inglés avanzado”.
En este centro estudian 2 000 jóvenes. La mayoría está entre los 23 y 25 años y la principal motivación es aprender inglés para seguir una maestría o por desarrollo profesional. Lo comenta Henry Guy, director del CEC–EPN.
María Fernanda Anagualpa, de 23 años, comparte la historia y la aspiración de Nicole y de Gabriela. Todas, pese a estudiar en colegios con un nivel de inglés alto, aún no están capacitadas para enfrentarse a una maestría en otro idioma.
Es por ello que abrieron un espacio en sus agendas para acudir a los cursos de inglés.
En Quito hay una amplia oferta de centros de idiomas. 114 instituciones se dedican a esta actividad, según el directorio de empresas y establecimientos 2017, del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Uno es Fulbright Ecuador. El centro cuenta con cursos para jóvenes desde los 18 años en adelante. La meta es que aprendan a escribir textos académicos, formales y creativos. También deben lograr una lectura comprensiva y conversación fluida, comentó Patricia Ricle, asesora educativa.
Fulbright abrió este programa para cubrir la demanda de inglés a los nuevos profesionales. “Hay perfiles de jóvenes muy buenos pero fallan en el idioma, por lo que las puertas de las maestrías se cierran”.