A las 19:33 del domingo, un temblor de 4,5 grados en la escala de Richter, se sintió en la ciudad de Esmeraldas y en el cantón Rioverde. 40 minutos después, una réplica de 4,1 grados puso en alerta a los pobladores de esas zonas.El temor por un desastre natural está latente. Rosalba Nicolalde insiste en que hay que estar preparados. Ella estaba en la iglesia cuando ocurrió el sacudón. “Enseguida nos pusimos a rezar para que no haya un terremoto como en Chile”.Ayer, a las 09:21 se registró un tercer movimiento telúrico. El sismo fue de 3,7 grados.Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica, el epicentro de los movimientos se localizó en la costa del cantón Rioverde, a 12 km de profundidad.En este cantón, los aguajes han destruido casas y playas, desde octubre del año pasado. Ha sido el más afectado por las alteraciones del mar. A pesar de que los tres sismos, registrados en menos de 24 horas en Esmeraldas han sido de regular intensidad y no dejaron daños, el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) tomará medidas.El viernes 23 de abril se iniciará un período de capacitación en prevención de riesgos en la ciudad de Esmeraldas. Este será coordinado por la Secretaría de Gestión de Riesgos y las autoridades locales. Guillermo Prado, coordinador provincial, anunció que llegarán con charlas a los barrios de las riberas y a los habitantes del balneario Las Palmas, para que sepan cómo actuar antes, durante y después de un sismo o de un tsunami.David Granados, ex coordinador provincial de la Defensa Civil, señaló que es urgente adoptar medidas de prevención para actuar ante un movimiento de mayor intensidad. “Las familias deben tener un plan que se ajuste a su rutina. Para quienes por razones de trabajo o estudio estén dispersos deben acordar un punto de encuentro. Eso, porque los sistemas de comunicación colapsan cuando hay temblores”.Granados habló de otra recomendación básica: buscar un lugar abierto donde no caigan obstáculos y cables eléctricos.