Las semillas de 11 provincias en Cotacachi
Cerca de 300 campesinos de 11 provincias participaron ayer en la Fiesta de la Semilla (Muyu Raymi, en quichua), que se hizo en Cotacachi (Imbabura).
María Panamá, de la Comunidad de los Arrayanes de Cotacachi, fue una expositora. Llegó con un cargamento de fréjoles de seis variedades. También ofrecía chochos, ají, jícama y zapallos.
El parque Matriz, en donde se desarrolló el encuentro, mostraba los colores variados de las frutas, hortalizas y granos. Según Rumiñahui Andrango, presidente de la Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi (Unorcac), la feria es una práctica indígena milenaria. "Desde hace 11 años hemos institucionalizado esta actividad en donde se intercambian las semillas. Así lo hacían nuestros antepasados durante septiembre, que inicia el período de siembras".
Una de las bondades de esta feria es que permite mantener vivas las semillas, comenta Virginia Moreta. Ella llevó varios tipos de tubérculos, como mashua, jícama y papas nativas.
"Las semillas permiten asegurar la alimentación de las familias campesinas", dice Moreta. Otra de las bondades es que se han descubierto variedades de semillas que se creían perdidas, comenta Andrango. Un ejemplo es la papa chaucha, un tubérculo de color negro, que aún se consume en la zona rural de Imbabura.
Andrango también explicó que detrás de cada semilla hay una historia. Y en el caso de los productos andinos está la mujer, que se ha transformado en la guardiana de esta riqueza.
En la cita hubo una feria gastronómica. Se ofrecieron platillos tradicionales, como papas cocinadas con hojas de berro, caldo de gallina con yuca, chicha de maíz, entre otros. Los turistas disfrutaron de una exposición de fotografías de la vida en el campo.
Además, se entregó un premio a María Francisca Cumba, ganadora del concurso de la mazorca más grande. Llevó una especie que medía 25 centímetros de largo.