En seis años aumentó el precio de la tierra en El Aromo en Manabí

Los rótulos que anuncian la venta de las propiedades al filo de la vía que pasa por el sitio El Aromo, en el sureste del puerto manabita, son comunes como este de la foto. patricio ramos / el comercio

El costo de la tierra en la comuna El Aromo, una zona rural del noreste de Manta, aumentó en los últimos seis años.
La causa principal es la construcción de la Refinería del Pacífico. Esta obra gubernamental, en la que se prevé una inversión superior a USD 10 000 millones, atrae a comerciantes de tierras y expertos inmobiliarios hacia la zona.
La subida se experimenta desde el 2009, dice Melba Pico, presidenta de la comuna. La zona está cerca del área protegida del bosque húmedo de Pacoche (5 045 hectáreas).
Hasta el 2008, una hectárea se cotizaba entre USD 600 y 800; ahora hay gente que paga USD 30 000 por pedazos de entre 1 500 y 2 000 metros cuadrados, cuenta Pico.
Esos no son precios municipales. Según el concejal rural de Manta, Segundo García, una Ordenanza estipula que el precio del metro cuadrado en esa zona es de 47 centavos en la parte interna y 50 centavos hacia la vía. "Sin duda que los trabajos de la refinería han disparado el precio de la tierra; aquí también está la mano de los comerciantes que compran para luego revender".
[[OBJECT]]Los predios más apetecidos son los que dan al carretero. Dos kilómetros hacia el sur desde la vía de ingreso al campamento de la refinería aparecen los letreros con leyendas: "se vende" o "alquila".
Juan Delgado Álava tiene una propiedad de tres hectáreas, a 200 metros de la vía. "Me han intentado comprar, yo no vendo, en ese pedazo de tierra que es herencia de mi padre tengo árboles frutales y conservo naranjos, café, caña de azúcar y sobre todo las ramas de toquilla que son muy requeridas por los tejedores de sombreros".
El negocio se ha vuelto tan lucrativo que hasta los sitios de hospedaje están en venta. Por ejemplo, fueron vendidos la hacienda San Antonio y Pacoche Lodge; este último fue negociado hace pocas semanas.
Al filo de la vía que comunica El Aromo con la playa San Lorenzo y el enclave marino de Liguique, una propiedad de 1 200 m2 se ofertaba en USD 60 000. Posee una casona central, un área para guardianía, muchos árboles frutales y caña guadúa.
Uno de los encargados de la finca comentó que los propietarios bajaron el valor, pues quieren venderla con urgencia.
En cambio, una hostería con 10 hectáreas de bosque húmedo y varias construcciones fue adquirida hace un mes por inversionistas de la Sierra. El negocio superó los USD 50 000.
Manuel Mero tiene cinco hectáreas. Este agricultor asegura que el alto costo de la tierra se relaciona con el proyecto de la refinería. "Varios comuneros fueron sorprendidos por hombres de buen vestir que llegaron en carros elegantes, ofrecieron altas sumas de dinero por lotes que dan a la carretera, muchos vendieron, la plata se les terminó y ahora son empleados de quienes les compraron sus propiedades".
La dirigente Pico asegura que hay propietarios que tienen pedazos de tierra desde una hasta 30 hectáreas.
P ara el arquitecto y evaluador inmobiliario, Andrés Cañizares, el boom de los altos costos en la zona del bosque de Pacoche empezó con la construcción de la carretera que hoy atraviesa la zona protegida. "Recuerdo que entre 1995 y el 2000 los propios constructores de la vía compraron propiedades, pues decían que este sería un sitio de mucha plusvalía".
Según Cañizares, quienes compran en el bosque de Pacoche deben poner mucha atención a las reglamentaciones ambientales que rigen en la zona, para construir. "Al ser un área protegida hay muchas regulaciones para el tema constructivo".
Otro negocio que ha despegado es la venta de comida criolla. Q uienes compraron o tenían propiedades junto a la vía se pusieron pequeños restaurantes. Desde la zona donde inicia el área protegida hasta llegar a la playa San Lorenzo (unos 15 kilómetros de longitud) existen 12 sitios de venta de alimentos, todas son construcciones ecológicas.
- En contexto
En El Aromo se construye la Refinería del Pacífico. Actualmente, los trabajos se concentran en el movimiento de tierras y en la construcción de un acueducto que llevará agua desde la represa La Esperanza, ubicada en noreste de Manabí, hacia El Aromo.