Parroquia San Mateo. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Las tradicionales festividades de San Pedro y San Pablo, también llamada Blancos y Negros, que se celebran anualmente en Manabí, no se llevarán a cabo este año como una muestra de solidaridad por las víctimas del terremoto del pasado 16 de abril.
Este encuentro es organizado por los pescadores, que colocan sus lanchas en el muelle y recorren las calles con figuras de los santos a los que rinden homenaje. La parroquia de San Mateo, ubicada en Manta, despliega cada año caminatas, música y fiesta en este evento religioso.
Gonzalo Conforme, coordinador de las festividades de Pedro y Pablo de San Mateo, dijo a este Diario que la celebración quedó cancelada como un acto de solidaridad por las personas que fallecieron durante el movimiento telúrico en Esmeraldas y Manabí.
“Tenemos que ser solidarios con los compañeros que murieron en el terremoto. No vale tanta pérdida humana y que esta comunidad esté de fiesta. No hay lógica”, explica.
Las fiestas, que estaban previstas para la próxima semana, del 26 al 30 de junio, se atrasarán para el próximo año.