La Prefectura tiene un proyecto para dragar la zona entre el islote El Palmar y La Puntilla, en el río Guayas. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
A simple vista el río Guayas luce caudaloso y profundo, pero es un afluente que convive con una amenaza silenciosa. Es la sedimentación, que cada año acumula hasta 15 millones de m3 de material sólido que llega desde todos los ríos que lo alimentan.
Es un problema de décadas que empeoró por la falta de dragado. El punto más crónico hoy es el islote El Palmar y sus alrededores, frente a Guayaquil. El plan para dragar el área, ubicada entre dicho islote y La Puntilla, aún no se concreta. La Prefectura del Guayas convocó a un concurso público, que terminó desierto el 30 de junio. En 45 días se convocará a un segundo proceso.
Si bien la sedimentación es un proceso natural se apresuró en los últimos años por la deforestación, invasiones, instalación de camaroneras e incluso por las mareas y las lluvias. Eso pone en riesgo la navegabilidad del río y crea amenazas de inundaciones en todas las zonas de su cuenca.
El proyecto es retirar 5 millones de m3 de sedimento en los próximos dos años y medio. Así el río Guayas en la zona de El Palmar llegaría a 2 metros de profundidad en marea baja y 5,5 metros en marea alta. Actualmente, en marea alta la profundidad es de 2,5 m.
Pero los expertos coinciden en que el dragado no significa una solución definitiva. Para ello se debe emprender un plan integral, hasta ahora inexistente, que involucre al Gobierno central y a los gobiernos de 27 municipios y seis prefecturas que se ubican en la Cuenca del Guayas. El tema económico, dicen, es uno de los puntos que ha impedido que se concrete hasta ahora.
“Hay bancos de arena no solo a lo largo del río Guayas, sino en aguas arriba del río”, comentó José Chang, ingeniero hidráulico de la Escuela Superior Politécnica (Espol).
Las condiciones del río van cambiando constantemente. Hace cuatro años se determinó que en la zona de El Palmar se debían retirar 3,5 millones de m3 de sedimento, según un informe del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP). Ahora hay 5 millones de m3 en esa misma área.
“Si se quiere proteger a la ciudad y a las zonas agrícolas del río Guayas aguas arriba, la intervención debe ser en todo el río y aguas arriba. El dragado es una solución parcial, pero no la solución definitiva”. Chang cree que se puede aplicar en conjunto una reforestación en zonas aledañas a las riberas y ubicar muros o rocas para evitar la erosión.
Según la Secretaría de Gestión de Riesgos, existe la necesidad de un plan de protección de cuencas, principalmente de los ríos Puca y Colimes, “que son tributarios del río Daule”, y del río Vinces.
Nicanor Moscoso, director de Riego y Drenaje de la Prefectura, coincide en el plan integral con varias autoridades nacionales y locales para evitar que a futuro el sedimento llegue al delta del Guayas. Reconoce que el dragado entre el islote El Palmar y la Puntilla es una “medida urgente”.
La obra se presupuesta en USD 60 millones, de los cuales 20 millones han sido ofrecidos por el Gobierno; el resto deberá asumirlo el oferente.
Desde el Municipio de Guayaquil se informó que junto a la Empresa Municipal de Agua Potable se ejecuta un estudio integral hidrológico-hidrodinámico en los ríos Daule, Babahoyo y Guayas que permitirá conocer con mayor precisión la situación de los afluentes. El informe estará listo en los próximos nueve meses.
Mientras, para la Secretaría Nacional del Agua es necesario trabajar en el manejo de las cuencas altas y medias para disminuir la erosión en los afluentes que alimentan al Guayas. Con ello y el dragado de la Prefectura podría darse un tratamiento integral de protección de la cuenca. Según Senagua, está en construcción el Plan Nacional de Dragado, con la participación activa las prefecturas que “son los competentes en la planificación provincial del dragado”.
Pero no solo preocupa el sedimento a lo largo del río, sino también en el canal de acceso al Puerto de Guayaquil. Entre el 2014 y el 2015 el Cabildo porteño declaró desiertos tres procesos de licitación para el dragado de la parte del canal donde están los goles, una zona con formaciones rocosas.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, afirmó el pasado 22 de junio que el MTOP accedió a firmar un convenio para delegar la competencia del dragado de todo el canal de acceso al puerto marítimo, que tiene 94 kilómetros de largo. El interés había sido dragar a una profundidad de 11 metros en marea baja en las zonas entre las boyas 7 y 11 del canal.
Jorge Vera, gerente de la Autoridad Portuaria de Guayaquil, había afirmado que existe una obligación contractual del concesionario Contecon de dragar el canal interno de acceso hasta 9,60 metros.