Las procesiones en homenaje al Niño Rey de Reyes se desarrollan en Riobamba entre la mañana y la tarde de hoy. Miles de devotos, danzantes, grupos folklóricos, bailarines y comparsas le rinden tributo en las calles céntricas y en las iglesias. La primera procesión, con misa campal, empezó a las 09:00 desde el oratorio ubicado en las calles García Moreno y Chile en dirección a la iglesia San Antonio en La Loma de Quito.
Unos 3 000 fieles concurrieron a esta celebración que concluyó alrededor de las 14:00 y que estuvo a cargo de la familia Mendoza. Este grupo familiar posee una estatua que data de 1797.
A la par, la Diócesis de Riobamba organizó otra procesión a las 15:00. En ese ritual se muestra una réplica de la imagen original y que se venera desde el 2002.
En el caso de la estatua original, la banda de la Policía Nacional abrió el cortejó que llamó la atención de cientos de personas que observaban en las aceras de las calles Colombia, García Moreno, Primera Constituyente, Francia y Argentina. Los devotos aplaudía y le arrojaban pétalos de rosas.
Iván Arregui, coordinador de la procesión, comentó que 150 comparsas rindieron tributo al Niño Jesús. “Llegaron a agradecer por las bendiciones recibidas en el transcurso del 2011. Son familias enteras que realizan coreografías este día”.
Entre tanto, a las 10:00, en la iglesia San Antonio, regentada por los padres franciscanos, se realizó la misa al aire libre. Allí los fieles realizaron un altar a la estatua. El sacerdote William Mora recordó a los asistentes la importancia de la unión y fraternidad de los católicos. “Trabajemos por la unidad de nuestro pueblo. Digamos no a las divisiones”.
Fanny Llagua, devota, comentó que cada año participa en esta celebración. “Los favores que me dio son varios. Incuso falté al trabajo por escoltarle”, dijo emocionada.
Al finalizar la eucaristía, la procesión regresó al oratorio por las calles Francia, Daniel León Borja, Carabobo, 10 de Agosto, Colón y Colombia. En la intersección de la Colombia y Larrea se realizó un altar para continuar con los rezos y los cánticos pr el resto de la tarde y la noche.