Las esperanzas de familiares, amigos y vecinos de encontrar con vida a Ángel Vera y Pedro Mendoza, que permanecían atrapados en la mina Casa Negra, se diluyeron anoche.
Cerca de las 19:00, el grupo de rescate que los buscaba reportó que había encontrado un cuerpo. Desde ese momento se agudizó la tensión en el campamento.
Y a eso de las 20:30 se confirmó el deceso de los dos mineros.
Ambulancias y personal de la Defensa Civil tuvo que brindar primeros auxilios a tres miembros del grupo de rescate que resultaron asfixiados, debido al esfuerzo realizado durante los trabajos de rescate de sus compañeros.
Alrededor de las 21:00, y ante el dolor de sus familiares, los cuerpos de los dos hombres fueron sacados y llevados a la morgue de Zaruma. La esposa de Ángel Vera se desmayó mientras la camioneta se alejaba del lugar.
“Las labores de rescate han terminado con un saldo trágico. Los cuatro mineros han fallecido. Se hizo todo lo posible, los mineros que ayudaron por solidaridad también hicieron lo mejor que pudieron. Lamentablemente ayer todo lo que se había avanzado se perdió, por nuevos deslizamientos”, explicó Carlos Pareja Yanuzzelli, viceministro de Recursos Naturales no Renovables.
Los mineros fueron hallados en el nivel seis de la mina, justo donde se creía que se podían hallar, con vida, a unos 180 m de profundidad. Para llegar a ellos, el grupo de rescate tuvo que escavar unos 60 m.
Según el líder del equipo que hizo el hallazgo, Vera y Mendoza habrían fallecido hace pocas horas, pues no tenían mayores rastros de descomposición.
Pero esto no se podrá confirmar hasta que se realicen los exámenes de rigor.
Vera estaba semi tapado por los tablones. El otro estaba como al descubierto.
Se los pudo reconocer con facilidad. “Creo que el deslave de hoy fue el que terminó con ellos. Si no pasaba eso habríamos podido encontrarlos. Posiblemente murieron hoy en la mañana o en la tarde”, expresó Giorgy Ramírez, quien encontró los cuerpos.
Walter y Ángel Vera eran hermanos. Ángel tenía menos de un año en minería y junto a su esposa Patricia Gallegos habían procreado dos hijos.
Mendoza sería trasladado a Guayaquil para su sepelio.
Ramírez también aseguró que los cuerpos no presentaban rigor post mortem, por lo que considera que de no haber sido por el derrumbe de hoy, se los habría podido salvar.
Ángel Vera Pacheco, de 29 años, y Pedro Mendoza Basurto, 21, permanecieron confinados y sin comunicación con el exterior, en un reducido espacio de 15 metros de altura por 3 metros de ancho, cavado sobre un tramo de una galería.
Esa galería, de 2,5 metros de alto, se taponó la madrugada del pasado viernes con la roca que cayó debido a las filtraciones de agua. Con Vera y Mendoza estuvieron Walter Vera y Paúl Aguirre, quienes perecieron en el derrumbe y sus cuerpos fueron rescatados luego del mediodía del sábado.
Los dos se encontraban a 150 metros bajo la superficie, en el quinto de los seis niveles que tiene la mina Casa Negra, de la minera Minesadco.
Los mineros que trabajaban en el rescate hallaron linternas y botas en la madrugada de ayer, tras caer parte de la roca acumulada en el nicho.
No fue fácil llegar hasta ese punto. Los rescatistas abrieron una suerte de cueva sobre la galería taponada. Esa tarea se inició la tarde del sábado, luego de que se sacaron sin vida a Walter Vera y al peruano Paúl Aguirre.
Con nada más que sus manos retira el material acumulado. “De allí la dificultad de avanzar, porque mientras más nos adentrados, la tierra está más compactada”, explicaba Carlos López, jefe de Operaciones de Minesadco.
El Comité de Crisis insistió la tarde de ayer en que hay evidencia de que la chimenea donde se presumía estaban los mineros tiene agua y oxígeno.
“No hay de momento evidencias de que estén muertos, porque no hay malos olores”, declaró el vocero del Comité, el ministro (e) , Carlos Pareja.
Ayer, a las 13:30 arribó al campamento el presidente Rafael Correa. Recorrió brevemente el exterior de la bocamina por donde ingresaban las cuadrillas de rescate.
Luego escuchó, en el área de comedor de los mineros, las explicaciones técnicas sobre el avance del rescate. “Hay que revisar si los sistemas de seguridad en la mina fallaron”, cuestionó. Correa escuchó enseguida a los familiares de los siniestrados y les ofreció su apoyo.
Un helicóptero del Ejército arribó al mediodía al estadio de Portovelo, con el fin de dar apoyo a los rescatistas. Debía trasladar a los dos mineros directamente a Guayaquil, si se los encontraba con vida y en condición crítica. Aquello no sucedió, lamentablemente.
Otras opciones
Una de las opciones que se barajaba ayer, si no se localizaban a los dos mineros en el nicho vertical donde se presume que están Ángel Vera y Pedro Mendoza, es cavar otra galería de 47 metros por debajo y evacuar el material acumulado en la cavidad. Esa alternativa demandaría un trabajo de siete días.
El material que sepultó a los mineros bajó por una antigua galería, cuyo techo cedió ante la fuerza del agua que filtró y debilitó la roca. Eso se produjo a las 03:00 del viernes pasado. Esa galería era parte de una vieja red de conductos excavados desde hace más de cien años, cuando se inició la exploración en la mina orense.
La prensa tuvo ayer el primero acceso cercano a la bocamina del campamento minero de Casa Negra, en Portovelo. Las cuadrillas de rescate bajan por allí en un ángulo de 45 grados en grupos de entre cuatro y seis mineros. Cada cuadrilla se turna en un período de cuatro horas.