Kelly fue la primera niña de la provincia de Carchi que se inscribió en el Registro Civil, sin tener que abandonar la casa de salud donde nació el 17 de septiembre.
Sus padres Rosa Tupe y Marco Erazo aprovecharon el nuevo servicio de inscripción directa, anotando los datos de su hija en la oficina que se abrió en el hospital Luis Dávila, de Tulcán.
Según Javier Castro, director de la entidad, se trata del proyecto piloto Agencias del Registro Civil en los Establecimientos de Salud, suscrito entre la Dirección General del Registro Civil y el Ministerio de Salud. “La idea es que se instalen oficinas de este tipo en todos las maternidades, clínicas y hospitales públicos en donde hay un promedio mínimo de 1 200 nacimientos al año”.
Con ello, las autoridades buscan evitar las inscripciones tardías, que en el país llegan al 40%. También la suplantación de identidad y falsificación de documentos. Este problema se ha reportado en las provincias fronterizas. De ahí que las primeras oficinas se inauguraron la semana pasada en Tulcán y en los hospitales San Vicente de Paúl, de Ibarra, y San Luis de Otavalo.
Este servicio alegró a los padres. El miércoles último, Katy Montenegro solicitaba, en la oficina de estadística del hospital de Tulcán, el certificado del Instituto Nacional del Estadística y Censo, para registrar el nombre de su hija Valentina Chamorro. Ella llegó al mundo el 10 de septiembre. “Hay que llenar ese documento y hacerlo sellar en la Dirección del hospital. Con ello ya puedo inscribir a la niña aquí mismo”.
Montenegro recordó que antes había que pedir el formulario en la Dirección de Salud, luego regresar al hospital, para confirmar si el niño nació en ese lugar, y finalmente, ir al Registro Civil. Esta madre inscribió a su primer hijo, Jordan, que hoy tiene 7 años, tres meses después de su nacimiento.
Tras una computadora, el funcionario Humberto Burbano inscribía a los niños del Luis Dávila. “Los padres tienen que registrar a sus hijos en 30 días. Caso contrario deben hacer el trámite en las oficinas centrales y pagar una tarifa de USD 0,50”.
En esas oficinas también se entregan certificados de defunción, de las personas fallecidas en los mismos centros. Los familiares deben realizar una declaración en 48 horas después del deceso.
“En maternidad atendemos un promedio mensual 130 partos”, según Hernán Yépez, director del hospital. Muchos son pacientes de zonas rurales muy alejadas, como Chical, Maldonado, Tufiño…
Y, al tornarse complicado la inscripción de sus hijos simplemente no los registran. “Ese problema ocurre con mayor frecuencia entre la población de las comunidades indígenas awa”.
De 1 120 inscripciones mensuales en Tulcán, el 20% corresponde a inscripciones tardías de niños e, incluso, adultos. Se desarrollan campañas de inscripciones y cedulación tardía en las áreas rurales. La última se hizo hace un mes en las comunidades afroecuatorianas del cantón Mira, en donde se cedularon, por primera vez, 177 personas.