Las camionetas doble cabina del Cuerpo de Ingenieros del Ejército (CIE) son las primeras en utilizar el puente que conectará Bahía de Caráquez con San Vicente (Manabí). Desde hace una semana los vehículos son visibles desde los malecones de ambas ciudades.
Este viaducto que cruza sobre el estuario o desembocadura del río Chone es considerado el más grande del Ecuador. Cuando esté acabado tendrá 1 980 metros de longitud y 13,2 metros de ancho.La obra que arrancó en enero del 2008 presenta un 92% de avance. Está previsto que sea inaugurada el 29 de octubre.
Las tareas actuales se concentran en la colocación de pasamanos de acero inoxidable en la zona destinada a la ciclovía, así como en la iluminación; luego se colocará una capa de asfalto de 10 centímetros de grosor.
La expectativa crece en Bahía de Caráquez y San Vicente. Por ambas poblaciones, ubicadas al noroeste de Manabí, atraviesa la Ruta del Spondylus. El único escollo para que la vía costanera que inicia al norte de Esmeraldas y culmina al norte del Guayas se complete, era la construcción del puente sobre el río Chone.
Los habitantes del sector están contentos. Kevin Moncayo, estudiante y habitante de San Vicente habla entusiasmado. “En San Vicente la gente que vive del turismo, pesca y agricultura ya se prepara para recibir a los turistas que no solo llegarán desde la Sierra, sino que también lo harán los habitantes de otras provincias de la Costa y de cantones de Manabí”.
En la actualidad, los visitantes que llegan con sus vehículos utilizan dos gabarras para cruzar el río. Los vehículos pequeños pagan USD 3 y los pesados 5 por el uso de una de las dos gabarras en la zona. Cada una puede transportar hasta 12 automotores.
La vida útil de estos transbordadores de vehículos está por finalizar, comenta Ricardo Díaz, capitán del Puerto de Bahía. Este servicio inició hace aproximadamente 30 años.
En Bahía de Caráquez también hay emoción. “El puente está casi listo, ya no tendremos que mirar de un lado al otro del estuario añorando por el puente. Desde fines de octubre podremos cruzar en cinco minutos”, dice emocionado Manuel Cedeño, quien se dedica a la venta de leche y queso que se produce en Chone.
Mientras la mayoría de habitantes está satisfecha, hay quienes expresan su preocupación. Los 400 tricicleros de Bahía creen que su trabajo se reducirá. Ellos realizan el transporte de personas y carga en el norte de la urbe.
Enrique Chila uno de los tricicleros cree que la construcción de una nueva terminal terrestre en la parroquia Leonidas Plaza a seis kilómetros de distancia del malecón de Bahía, el trabajo de los tricicleros se reducirá. “Estamos en conversaciones con las autoridades municipales para buscar alternativas al embarque y desembarque de pasajeros”.
Sin embargo, Chila reconoce que el puente impulsará el desarrollo del norte de Manabí.
Los operadores turísticos de San Andrés de Canoa, Jama y Pedernales también están a la expectativa. Darío Proaño, propietario de la hostería Río Muchacho, asegura que la concreción del puente significa la redención del sector costero del norte de la provincia. “Fuimos castigados por el Fenómeno de El Niño y por un terremoto (en 1998) y por la enfermedad de la mancha blanca que afectó al sector camaronero”.
Proaño está seguro de que con la obra el flujo de turistas aumentará. “Bahía está bien posesionada, crecerá, es una ciudad de servicios; San Vicente tendrá que ordenarse. Jama también despuntará y Pedernales se consolidará como balneario para los turistas de la Sierra”.
A la par de los acabados en el puente, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército también labora en la construcción del malecón que se inicia en la parroquia Leonidas Proaño en Bahía. Será un paseo pintoresco a orillas del estuario, cuenta Pedro Mosquera, responsable de la construcción. “Será un lugar para el descanso”.