Los moradores del caserío Sabanas de Pagua padecen una tortura todos los días cuando transitan por la vía de tierra que los conduce hasta el pequeño poblado.
Pagua pertenece a la parroquia Río Bonito, del cantón El Guabo (El Oro). Se ubica a 37 kilómetros al noroeste de Machala.
Diariamente deben recorrer la carretera de 7,3 kilómetros que parte desde la vía Machala-Guayaquil hacia la comuna. En el trayecto tienen que sortear huecos, lodos, piedras y zanjas.
Sabanas de Pagua es una comuna agrícola conformada por 80 familias. En esa llanura cercana al mar se producen cítricos, banano y cacao, pero también existe una importante producción de camarón y banano orgánico.
Según el presidente de la comuna, Luciano Valencia, hay 3 000 hectáreas de cultivos en la zona.El poblado de viviendas dispersas también cuenta con la pequeña Escuela José Homero Serrano, donde estudian 30 niños, y e l Instituto Agropecuario Manuel Encalada Zúñiga, donde se forman 300 estudiantes.
Óscar Pacheco, estudiante del instituto, se quejó de la inseguridad que el mal estado de la vía acarrea. “Como los carros no quieren ingresar, muchas veces tenemos que regresar a pie a nuestras casas. A veces nos roban en el camino”, explicó.
El Instituto Manuel Encalada es uno de los más importantes de la provincia y está ubicado a 2,5 kilómetros desde el ingreso a la carretera. El rector (e), Jaime Correa, mencionó que los dos buses que posee el plantel están averiados por el constante tránsito por la vía dañada. “Los alumnos llegan en los baldes de camionetas o como pueden, porque los buses del servicio público ya no quieren entrar”.
El pasado martes, una comitiva del plantel se reunió con el prefecto de El Oro, Montgómery Sánchez. “Él nos ofreció que asfaltará la vía, pero no nos dio una fecha”.
La Prefectura trabaja actualmente cerca de allí en el reasfaltado de varios tramos de la vía Machala-Río Bonito, cerca del límite con la provincia del Guayas. El Prefecto indicó que se está aprovechando el cese de las lluvias para intervenir en las vías dañadas.
Pero en Sabanas de Pagua quieren que su vía tenga prioridad. Ayer, los comuneros, estudiantes y hacendados salieron a la vía con pancartas para exigir celeridad. “Los niños son los que más sufren, porque tienen que caminar entre el lodo y las piedras. Unos pocos tienen la suerte de llegar en carro”, dijo Nelly Zhumi, directora de la escuela.
Hernán Durán, un pequeño productor de banano de la zona, indicó que la fruta se estropea en el transporte desde los sitios de embarque. “Mucha de esa fruta estropeada es rechazada”.
Sabanas de Pagua es uno de los caseríos más productivos. Una pequeña producción de banano orgánico se exporta a Europa.