Plazo para zanjar líos limítrofes se acorta

En Abdón Calderón se han dado incidentes los últimos tres meses por los diferendos. Foto: EL COMERCIO

Juan C. Mestanza. Coordinador
jcmestanza@elcomercio.com (I)
Los problemas en el recinto Abdón Calderón, generados por las diferencias limítrofes entre Guayas y Azuay, no cesan.
Luis Castro, alcalde de Balao (Guayas), denunció el jueves de la semana pasada la agresión sufrida cuando llegó con maquinaria de la Prefectura del Guayas para iniciar el adoquinamiento de las calles del poblado, luego de un acuerdo con la Prefectura del Azuay.
Ocurrió tres meses después de un hecho similar que dejó al menos siete detenidos. Al igual que entonces, Castro fue apedreado y sufrió varias contusiones. Él responsabilizó a quienes respaldan, con apoyo del oficialismo, la tesis de que Abdón Calderón es un recinto azuayo y no guayasense.
El incidente se produjo a menos de dos meses del plazo fijado por autoridades de ambas provincias (diciembre de este año) para arribar a un acuerdo amistoso y definir uno de los 14 problemas limítrofes de Guayas sus provincias vecinas.
En las últimas semanas, el prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, ha insistido en que sin duda el punto más difícil de las negociaciones limítrofes es con Manabí por el sector conocido como La Manga del Cura, declarada por el Consejo Nacional de Límites (Conali) como ‘zona no delimitada’.
“Manabí ha utilizado un atajo legal, absolutamente legítimo, que es el de la resolución institucional. Están enviando al Presidente de la República documentación mediante la cual sostienen que este sector de El Empalme es de Manabí”, indicó y aclaró que Guayas también tiene documentos que demuestran la pertenencia histórica de la Manga del Cura.
Guayas tiene además diferencias de límites con Bolívar, Los Ríos, Cañar y Azuay. En caso de no llegar a acuerdos hasta abril del 2015, de acuerdo con la ley, el Presidente de la República está facultado a convocar a una consulta popular en los sitios donde no se haya podido resolver los conflictos. Los puntos en los que se llegaría a esa instancia sería en Abdón Calderón y Manga del Cura.
Las autoridades guayasenses, si bien han alcanzado importantes avances con Bolívar y Los Ríos, no ocurre algo similar con la provincia del Cañar por el sector de El Piedrero.
Con Santa Elena, por el sitio Limoncito, Guayas mantiene un litigio de límites antiguo. Sin embargo, el Comité Nacional de Límites Internos (Conali) dirimirá el tema.
Pero se mantiene un problema interno en el sector Velasco Ibarra. El prefecto de Santa Elena, Patricio Cisneros, ha realizado gestiones a fin de llegar a acuerdos entre dirigentes comunales y parroquiales. Los cantones Salinas y La Libertad están en medio de la pugna que pudiera ser resuelta a través de un arbitraje territorial.
En El Oro, en tanto, el prefecto Esteban Quirola ejecuta una hoja de ruta para resolver los 12 diferendos limítrofes que presenta la provincia y que han sido observados por el Conali.
Quirola explicó que según dicho organismo, los diferendos que se presentan son, entre otros, Arenillas-Huaquillas, Arenillas-Santa Rosa, El Guabo-Pasaje, El Guabo-Machala, Machala-Santa Rosa, Machala-Pasaje, Pasaje-Santa Rosa, Pasaje-Zaruma, Piñas-Portovelo, Piñas-Zaruma, Zaruma-Portovelo, y Las Lajas-Arenillas.
Y en Los Ríos, el prefecto Marco Troya y los alcaldes trabajan en la negociación para solucionar los problemas de límites por 198 km lineales con Bolívar, Guayas y Cotopaxi. Asimismo, al interior del territorio fluminense debe solucionar conflictos limítrofes entre cantones y parroquias.
De los problemas con provincias vecinas, los fluminenses deben demarcar límites en 124,6 km cuadrados en Matilde Esther con Guayas.
Y entre los diferendos internos, el de Valencia y Quevedo por 196 km2, es el más conflictivo. El primero plantea una consulta, el segundo la mediación.