La plaza hotelera de Jama y Pedernales se redujo, tras el sismo

La nueva infraestructura hotelera del malecón de Pedernales es de una o dos plantas. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO

La nueva infraestructura hotelera del malecón de Pedernales es de una o dos plantas. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO

La nueva infraestructura hotelera del malecón de Pedernales es de una o dos plantas. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO

En Pedernales y Jama, destinos turísticos de Manabí, se han levantado 22 hoteles pequeños en los últimos tres años.

Sin embargo, estas construcciones no se parecen a las que había antes del terremoto del 2016, que acabó con el 80% de la plaza hotelera de los dos cantones. Ahora, son hoteles más pequeños, de entre 5 y 20 habitaciones. Ya no hay edificios y pocas habitaciones tienen aire acondicionado.

Los hoteleros señalan que eso ha alejado al turista de la Sierra y del Guayas. La falta de alcantarillado en Pedernales y la escasa infraestructura en el malecón de El Matal (Jama) también los ha perjudicado y por eso la plaza hotelera aún no se ha recuperado.

Según un sondeo de la Cámara Provincial de Turismo de Manabí, en los últimos cuatro feriados el turista llegó a Pedernales o a Jama, pero no se hospedó. Prefiere hacerlo en Cojimíes, que no fue afectado por el terremoto; Canoa o Santo Domingo.

El hotelero de Pedernales Enrique Solórzano señaló que en vacaciones escolares no tienen capacidad para grupos grandes (100 alumnos). “Por seguridad prefieren estar en un solo hotel y solo dos cuentan con esa capacidad”.

Pedernales tenía 5 500 camas en 45 hoteles. De esas, 3 900 estaban en el centro y el malecón, y el resto en la parroquia Cojimíes y en las afueras. Luego del terremoto, solo quedaron 2 000 plazas (70% en Cojimíes). En los últimos tres años, en el malecón de Pedernales se recuperaron 2 000 plazas.
Para la Cámara Provincial de Turismo, los 31 hoteles que ahora tienen ambos cantones no son suficientes.

Carlos Andrade, vocal de ese gremio, dijo que entre el 2015 y principios del 2016, Pedernales había experimentado un ‘boom’ hotelero, debido a la crisis esmeraldeña y a las actividades artísticas que se empezaron a promocionar. “La plaza ya le quedaba corta a Pedernales y eso motivó que empresarios de otras ciudades quisieran invertir en la zona, pero con el terremoto todos esos planes se fueron abajo”.

El hotelero Carlos Vélez fue uno de los interesados. Compró un terreno en la vía Pedernales - Jama donde construiría un parque acuático. Pero el terremoto cuarteó el suelo y el proyecto se pospuso.

Alba Cuzme, propietaria del hostal Aire Libre, indicó que en tres años no se hicieron obras para reactivar el turismo. “Las autoridades no miraron a futuro porque como el turista fue muy solidario con nosotros y los primeros años venían y dormían hasta en carpas, ellos pensaron que con eso era suficiente y se necesitan obras”.

El exvicealcalde de Pedernales, George Murillo, comentó que la administración municipal anterior sí realizó obras como la construcción de la terminal terrestre, que costó USD 2 millones; un centro comercial, dos parques y se reconstruyeron al menos 52 calles, aceras y bordillos, entre otras.

Murillo reconoció que el alcantarillado fue una de las obras que no se ejecutó por falta de recursos. Sin embargo, en el 2018 se inició con la primera fase del proyecto para beneficiar a 1 200 personas.

Según el Municipio, en las últimas dos semanas se han mantenido reuniones con los representantes del gremio turístico para plantear un proyecto que atraiga a inversionistas. Otro plan es promocionar al cantón para la temporada playera, que coincide con las vacaciones escolares de la Sierra.

Además, una comitiva irá a las entidades bancarias públicas para pedir créditos con el fin de adecuar las habitaciones.

En el caso de Jama, los siete hoteles que había en el cantón se destruyeron en el terremoto. De esos, solo dos se reactivaron. Pero no han logrado atraer al turista y llenar la plaza hotelera - para 70 personas- en los feriados de este año.

Lorena Medina es la propietaria de la hostería El Cisne, ubicado en El Matal. Antes del terremoto, tenía capacidad para recibir a 120 personas, en habitaciones de hormigón y con aire acondicionado.

Pero tras el sismo se debió demoler toda esa infraestructura y construir cabañas mixtas. Ahora, solo puede recibir hasta 35 personas. Pero en los feriados solo llegan entre 5 y 15 visitantes. “En el último feriado solo hice USD 100”.

El gremio turístico se reunió la semana anterior para presentar al Municipio un proyecto de promoción de los 34 kilómetros de playa que tiene el cantón. Adicionalmente, se proyecta publicitar la gastronomía, el museo y el parque de la cultura Jama - Coaque.

El Municipio informó que el caso de El Matal está en análisis, debido a que la zona playera fue declarada en riesgo y eso no permite hacer obras.

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