Más de 500 propietarios de buses urbanos realizan un plantón en la avenida 25 de Julio, en Guayaquil, en reclamo de tasas preferenciales para sus créditos bancarios y recibir atención de las autoridades. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Decenas de buses urbanos llenaron un tramo de la avenida 25 de Julio, en el sur de Guayaquil, este lunes 7 de septiembre de 2020. Fueron estacionados cerca del Puerto Marítimo, en señal de protesta por la crisis económica que afecta al sector.
Christian Sarmiento, presidente de la cooperativa Amazonas, dijo que se trata de un plantón pacífico para pedir soluciones al Gobierno para el financiamiento de las unidades adquiridas antes de la pandemia por covid-19.
“Nos mantenemos en zozobra porque no tenemos cómo culminar los pagos de las deudas. Las financieras, las entidades bancarias, públicas o privadas, nos exigen cubrir los valores que estaban antes de la pandemia, lo que no podemos hacer”, explicó el dirigente.
Los transportistas solicitan una tasa preferencial y créditos directos. “De lo contrario vamos a terminar guardando nuestros vehículos o perdiéndolos”, agregó Sarmiento. A este pedido se suman cerca de 500 transportistas, según indicó.
Los buses coparon la vía y dejaron pocos carriles para la circulación de la transportación pesada, que predomina en esta zona cercana al puerto. Al sitio llegaron uniformados de la Policía Nacional y de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM). Otras unidades siguieron trabajando en los distintos sectores.
Los buses coparon la av. 25 de Julio y dejaron pocos carriles para la circulación de la transportación pesada. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
El flujo de pasajeros cayó en la transportación pública de la ciudad debido a la pandemia. Los buses están autorizados a circular con un 30% de su capacidad de aforo, para evitar contagios por coronavirus.
Semanas atrás, el COE nacional autorizó subir el aforo al 50%. Pero los dirigentes aseguran que ese aumento no cambiará su situación. Esto debido a que en gran parte se mantiene el teletrabajo y las clases en casa, lo que representa una reducción de usuarios.
“Hemos perdido más del 60% de ingresos. Nos pueden dar todo el aforo, pero no hay movilidad. Por eso hemos tenido que paralizar, diariamente, entre 300 y 400 carros, porque mandarlos a todos a trabajar sería una pérdida de tiempo”, aseguró el presidente de la cooperativa Amazonas.
Los transportistas anunciaron que seguirán en el lugar hasta dialogar con un delegado del Gobierno y establecer una mesa de trabajo para buscar soluciones a través de la aplicación de la Ley de Apoyo Humanitario. Una delegada de la autoridad llegó al lugar de la protesta.