El rendimiento académico de los estudiantes de 81 planteles privados del Bachillerato Internacional (BI) no se vio afectado con la pandemia y hasta hubo un incremento en los puntajes. En el período 2020-2021, el promedio fue de 25,33/45, mientras que en el periodo 2021-2022 se registró 27,1.
El BI es un modelo traído de Ginebra, Suiza, y aplica para los alumnos de segundo y tercero de bachillerato. En Ecuador empezó a implementarse en 2006. Hasta el año 2020, estaban acreditados 277 colegios, de ellos 197 dentro del sistema educativo público y fiscomisional. Pero en mayo de ese año, en plena pandemia, se suspendió en el sistema público.
El Ministerio de Educación (ME) se amparó en la crisis económica, la falta de recursos y la optimización del gasto público, aunque el programa había sido declarado emblemático. El Estado cubría los USD 1 000 que cuesta el diploma por estudiante.
Con la decisión del ME, los colegios fiscales regresaron al Bachillerato General Unificado (BGU). Para el período 2019-2020, el promedio entre los estudiantes del sistema público y particular total fue de 23,93/45, es decir, la mayoría no alcanzaba el diploma porque el puntaje mínimo es de 24. Solo llegaban a certificar (por materias) o a obtener el título de bachiller.
Patricio Cevallos, representante legal y Secretario Ejecutivo de la Asociación Ecuatoriana de Colegios con BI (Aseccbi), considera que el peor error del ME fue acabar con el programa de bachillerato internacional, porque dejó en el limbo a estudiantes brillantes.
“El país perdió la posibilidad de que los chicos tengan una formación holística, pensamiento crítico y espíritu indagador”.
Valentina (16) cursa el segundo año de bachillerato del Colegio Particular Rosa de Jesús Cordero de Cuenca, cuenta que la presión de los docentes es alta y, por ende, su esfuerzo también.
Para Cevallos, el BI debió mantenerse al menos en los planteles fiscales mejor preparados.
Según datos del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), en 2019 los alumnos de BI obtuvieron 9,8/10 en la prueba de ingreso a la universidad, frente al 7,4 de los alumnos en el BGU.
En planteles particulares
En Ecuador hay 81 colegios particulares con Bachillerato Internacional (BI), uno de ellos registrado recientemente, mientras otros están en revisión. En promedio, cuatro planteles buscan la acreditación por año. En los dos primeros años de la pandemia, por la crisis económica que dejó sin empleo o la reducción de sueldo de los padres, hubo consideraciones especiales para los estudiantes por parte del organismo internacional y de las instituciones educativas.
Como Asociación Ecuatoriana de Colegios con BI (Aseccbi) han firmado convenios con más de 18 universidades importantes del Ecuador y otros países para que los estudiantes que se han formado bajo este sistema tengan admisiones preferentes en las carreras que postulan.
Dos categorías
El programa de Bachillerato Internacional ofrece dos modalidades de aplicación para escoger por el alumno. El estudiante puede optar por una certificación en las materias que desee y su costo promedio es de USD 120 por cada asignatura. En el caso del diploma, se aplican pruebas estandarizadas en todas las materias y su costo es de USD 1 000.
Las preguntas vienen del organismo internacional y las pruebas van a Suiza para su calificación. Si no alcanza el puntaje mínimo, se puede optar por un segundo examen. El currículo está formado por seis grupos de asignaturas, que incluyen las materias básicas, inglés y artes. Al final, los estudiantes deben desarrollar un proyecto de Creatividad Acción y Servicio, además de la monografía.
En el sistema público
En el sector público, el Bachillerato Internacional nació mal por el intento de masificar el programa, explica Patricio Cevallos, presidente de Aseccbi. “La acreditación no debió ser el objetivo, sino el desarrollo y crecimiento continuo de estos colegios”. Hicieron falta esfuerzos para alcanzar el desarrollo profesional, el cambio de mentalidad y de cultura de los maestros. Ajustar las metodologías, entender la filosofía del programa, invertir en la mejora de laboratorios y más. A criterio de Cevallos, hubo temas cuestionables como capacitar a docentes en BI y, al poco tiempo, moverlos a otras instituciones o cursos sin el programa. “De esta forma se perdía a un importante recurso humano y la inversión realizada para la marcha del sistema pedagógico”.
Falta de motivación
Según datos del Ministerio de Educación, entre los años 2015 y 2019 solo 2 781 de los 26 200 estudiantes del sistema público obtuvieron el diploma. Esto supone apenas el 10,6%. El resto obtuvo la certificación internacional y el título de bachiller. Pese a los bajos resultados, desde el Ministerio no se generaron políticas coyunturales que permitiesen a los jóvenes estudiantes del sector público obtener beneficios concretos en su camino a la educación superior, frente al esfuerzo académico. Este panorama generó cierta desmotivación y hasta frustración entre los alumnos y sus representantes. La pandemia por el covid-19 les generó, paralelamente, un mayor impacto negativo por no poder desarrollar sus habilidades sociales.
Monto
La inversión anual por el Bachillerato Internacional era de USD 7,2 millones, destinada a planteles y alumnos del sistema público, que se beneficiaban del programa que se implementa en Ecuador desde 2006.
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