En verano, Harold Quiñónez prefiere trabajar en su taller de mecánica reparando embarcaciones, antes que en el mar como pescador.
“Ahí gano USD 20 o 30 diarios y no estoy trasnochándome y arriesgando la vida. Los ‘piratas’ matan gente por robar los motores”.
Quiñónez se hizo pescador hace tres años. La rentabilidad lo atrajo. Por faena ganaba entre USD 250 y 300. “Aquí se pesca de lunes a lunes, todos los días. Pero esto es duro porque hay que correr muy lejos, 200 o 250 millas, y uno no sabe
si regresará”.
Esta preocupación no es ajena a la de otros pescadores de Esmeraldas. Freddy Ávila, de 52 años y propietario de la bodega 68 del Puerto Pesquero, cuenta que en la década de 1980 el robo en alta mar era mínimo. Pero hoy se ha incrementado.
“ Yo conozco de 200 motores robados. Esto hace que el pescador se vea impotente. Salir a faenar al mar ya es una odisea”.
Al respecto, Maura Oviedo, presidenta de la Cámara de la Pesquería, comenta que el sector va retrasado debido a la delincuencia en alta mar. “En lugar de dedicarse a ofertar sus productos de manera mucho más adecuada, el pescador está a la defensiva con la inseguridad que tenemos”. Muchos de los pescadores que han sido asaltados, se retiran del negocio, agrega.
Según Oviedo, solo en Esmeraldas hay 10 000 personas que se dedican y se involucran directamente con la pesca.
Como respuesta, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) impulsa el seguro pesquero AgroSeguro.
Desde diciembre del 2011 hasta julio del 2012, se concedieron 1 344 pólizas a los obreros del mar del país. En Esmeraldas se entregaron 434. El pescador que se benefició de este seguro solo pagaba el 40% del valor total de la prima.
Es decir, el costo de este seguro, porque el valor restante (60%) lo subsidia el Estado. Así lo explica Juan Javier Jara, de AgroSeguro. “Se asegura
la embarcación, los motores, accesorios, artes de pesca y la vida de tres personas por embarcación
en faenas de pesca”.
Sin embargo, actualmente el Seguro Pesquero está en receso. Este año no se renovarán las pólizas porque los 156 reclamos presentados hasta el momento generaron más pérdidas, y las compañías aseguradoras dejaron de participar.
Las tareas de vigilancia del pescador esmeraldeño en alta mar están a cargo de la Armada. Solo entre enero y julio de este año se presentaron 151 denuncias por robo a embarcaciones. De estas, se han recuperado, en diferentes operativos, unos 14 motores.
Óscar Noboa, capitán del Puerto de Esmeraldas, aseguró que la Armada hace lo que puede con los recursos que tiene. “La principal tarea es tratar de disminuir la delincuencia y no es fácil. Hasta las 12 millas tenemos que patrullar, y aún así, hemos ido más allá”.
Cada día, las embarcaciones de la Armada realizan patrullajes desde las 09:00 hasta las 17:00 en diferentes puntos, de forma aleatoria. Con resignación, Ávila cuenta que el Estado confía en la Armada para “cuidar la espalda” del pescador. “Pero ellos no están preparados para ser nuestra sombra”.