La ubicación del terreno para edificar la nueva cárcel de la región sur en el sector de Chaullabamba, en el norte de Cuenca, generó polémica por parte de los moradores de la zona.
Los habitantes de esta parroquia urbana y de la vecina parroquia rural de Llacao tienen al menos cuatro argumentos para impedir su construcción.
Ellos hablan de fallas geológicas y el taponamiento de quebradas que consta en un informe del proyecto Precupa. Otros argumentos son la cercanía de los centros de envasado de combustible de Petrocomercial y la presencia de poblados numerosos. Es una zona residencial.
Ayer, las autoridades de las dos parroquias entregaron al alcalde, Paúl Granda, un documento donde exponen estos argumentos que tienen para oponerse a este proyecto.
El sitio fue anunciado el pasado jueves por el alcalde Granda, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, José Serrano. Se tiene previsto que hoy se inicie el proceso para declarar de utilidad pública a 20 hectáreas. No todos los concejales apoyan esta determinación.
Es la segunda ocasión que hay oposición al emplazamiento de la cárcel. En abril pasado se desechó el proyecto en Ictocruz (parroquia Turi), que empezó hace dos años. La causa fue la oposición de los vecinos y porque un estudio del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural determinó que en la zona había restos arqueológicos.
En esa ocasión, el Municipio de Cuenca adquirió un terreno en USD 2,5 millones.