El volcán Tungurahua aumentó su actividad. Eso significa que en los últimos días, el coloso arrojó columnas de vapor que alcanzaron entre los 2 000 y 3 000 metros de altura.
Los técnicos del Instituto Geofísico que monitorean el coloso, desde la base Guadalupe, explicaron que el pasado jueves hubo ocho explosiones. Además, los bramidos se escucharon en las poblaciones ubicadas en las faldas de la montaña.
“Se ve que el coloso expulsa vapor con ceniza. Es un comportamiento diferente a lo ocurrido en las dos últimas semanas, ahora hay más explosiones”, dijo Mercedes Taipe, del Geofísico.
Según Taipe, desde el fin de semana el Tungurahua registró una explosión. La nube de vapor con altos niveles de ceniza alcanzó los 3 kilómetros de altura. Además, en la noche se pudo observar incandescencia en el cráter.
Por eso, los vulcanólogos continúan con la vigilancia, porque no saben qué pasará en las próximas horas y hay que estar atentos a los informes del Instituto Geofísico.
Los vigías del volcán registraron la caída de ceniza en las comunidades Manzano, Pillate y Cahuají. Iván Ojeda, vecino de la comunidad de Pillate de la parroquia Cotaló, del cantón Pelileo (Tungurahua), contó que las explosiones no son fuertes, sin embargo hay vibración de los ventanales.
Desde la semana pasada cae ceniza en el pueblo. Esto afecta al pasto para el ganado. “Ante la falta de hierba estamos dando de comer el balanceado que entregó el Ministerio de Agricultura”.
Serafín Medina, habitante de la comunidad de Palictahua, del cantón Penipe (Chimborazo), confirmó que las explosiones en los últimos días aumentaron. Una de las más fuertes ocurrió a las 06:00 de ayer. También se registró la caída de ceniza. “El material volcánico es fino y quema los cultivos de papas y maíz”.