María Grefa cultiva la planta de la guayusa en su finca del sector de Bajo Shicama, situado en el cantón Archidona. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Para los kichwas amazónicos es una hoja sagrada. Al amanecer se preparan infusiones para beberla en rituales familiares e interpretar los sueños.
También les proporciona energía antes de iniciar sus labores agrícolas y de pesca. Se trata de la guayusa, una planta ancestral, que crece en la selva y ahora los campesinos la cultivan en sus fincas junto a la yuca, el verde y el cacao.
El apogeo del cultivo empezó hace dos años cuando se iniciaron las exportaciones a los mercados de Estados Unidos, Alemania y República Checa. Así, se ha convertido en el sustento económico de las comunidades indígenas de Archidona y Tena, en Napo. También se cultiva en Francisco de Orellana y Pastaza.
Ese impulso económico se siente en esos cantones, donde sus habitantes reemplazaron la madera por construcciones de cemento y de ladrillo.
Las 15 familias de la comuna Bajo Shicama se involucraron con ese auge, al unirse a la Asociación Wiñak, que produce y vende la guayusa.
María Grefa tiene una chacra alejada del centro de Archidona. Camina 20 minutos -selva adentro- para llegar a la finca, donde cuida 25 árboles. Con el machete retira la mala hierba y coloca abono orgánico, y así obtiene hojas más grandes.
La mujer, de 60 años, entrega 10 quintales de hojas a Wiñak cada tres meses. Recibe USD 45 por cada quintal. “Estamos vendiendo la guayusa, que antes no estaba permitido en la comunidad por ser una planta sagrada. Pero ahora la venta nos ayuda a tener recursos para los gastos de la casa”.
Cada 15 días recibe a Javier Grefa. El técnico de la Asociación Wiñak recorre las fincas para verificar que los agricultores no usen químicos. Si se detecta algún producto nocivo o no autorizado dejan de comprar las hojas. Además, les capacitan sobre el cultivo, la poda, el manejo y la cosecha.
La Asociación Wiñak aglutina a 257 productores de las comunas Talag, Aguano, Pano, Guiyuna, Misahuallí, Puerto Napo, entre otras. Esta sociedad comenzó en el 2010.
Se inició con la producción de verde y de cacao, y desde el 2016 lo hace con la guayusa. Cuenta con 300 hectáreas sembradas. En sus instalaciones ubicadas en el centro de Archidona, alista un cargamento de 12,5 toneladas, con certificación orgánica, para exportar a Estados Unidos.
Freddy Shiguango, administrador de Wiñak, cuenta que hasta diciembre exportarán 33 000 libras (15 toneladas) y en el 2019 llegarán a 40 toneladas, según los planes de crecimiento. Esperan recibir por cada 10 000 libras USD 50 000. “Las exportaciones nos ayudan a mejorar la economía de los pequeños agricultores, que en un 60% se trata de mujeres”.
Los socios venden la libra en USD 0,45. La hoja cosechada se seca en las marquesinas durante 10 días y luego es triturada o molida. Se han enviado muestras del producto a Japón, Alemania e Italia para abrir más mercados.
Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería en Napo (MAG), 3 000 productores están involucrados en el cultivo de 2 000 hectáreas de guayusa en Archidona, Tena y Arosemena Tola. En cada hectárea se cosechan 45 quintales.
Jairo Albuja, técnico del MAG, asegura que trabajan con siete asociaciones en el asesoramiento técnico, pero hay otros 10 grupos que venden a las empresas privadas y no hay registros.
En el mercado de la guayusa también entró la Asociación Kallari, que el año pasado exportó 10 toneladas. El administrador Bladimir Dahua dice que agrupan a 850 productores de guayusa, vainilla y cacao.
La producción se inició en el 2012, pero el ‘boom’ de la guayusa comenzó en el 2016. El año pasado esta organización exportó guayusa en hoja seca y triturada a República Checa y Alemania. También vendió a los supermercados del país en presentaciones de hoja triturada de 200 gramos.
Datos del Departamento de Producción de la Prefectura de Napo detallan que las siete asociaciones exportan al menos 120 toneladas, cada año.
Por ejemplo, la Asociación Runatarpuna tiene 1 200 agremiados que venden la hoja para la exportación. La firma comercializa su producto en Estados Unidos. Otra que busca mercado es Allpa Kuri, que vende cada dos meses 2 000 cajas de 200 gramos en el país.
¿Qué es la guayusa?
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