Para mí, la libertad es poder hacer lo que uno quiere y le gusta sin tener presión o condición de ningún tipo.
El don que Dios me ha dado de ser músico y de poder transmitir mis sentimientos a través de mis instrumentos y mis arreglos musicales, es una libertad única.
Pienso que para tener una libertad placentera, la persona debe ser limpia en su actuar y su proceder, más aún cuando uno es maestro debe dar ejemplo a sus discípulos de un correcto desempeño.
Para lograr el éxito en la actividad que uno desarrolla se necesita contar con la preciada libertad, para poder desarrollar tus potencialidades y habilidades sin tapujos.
Soy muy feliz porque a través de mi profesión he alcanzado una libertad musical que hoy me permite hacer maravillosas cosas en materia musical. El compartir con mi familia nuestras actividades es una forma de libertad, cada uno hace lo suyo respetando el espacio del otro.
He tenido la libertad de escoger a mis buenos amigos con los que comparto la música e inolvidables momentos, con algunos desde la infancia.