La rehabilitación del transporte urbano, la reactivación de los sectores productivos, el control de la informalidad y el distanciamiento social son los principales desafíos que enfrentan los municipios que arrancaron con el semáforo en amarillo desde el lunes 25 de mayo del 2020.
38 de los 221 cantones que hay en el país ya están en semáforo amarillo. Aguarico, en Orellana, se mantiene como el único en semáforo verde. Según la ministra, María Paula Romo, cerca de 6,5 millones de personas ya viven en esta etapa de la ‘nueva normalidad’.
Cuenca, Ambato, Santo Domingo y otros 13 cantones dejaron el lunes el rojo. Desde este martes 26 de mayo se suma Machala y el jueves 28, Durán.
Ambato recobró en el 50% el movimiento comercial, vehicular y peatonal en su primer día en semáforo amarillo. Almacenes de electrodomésticos, telas, ropa, telefonía, entre otros, abrieron sus locales. Pero el comercio informal también copó el espacio público.
Las avenidas Cevallos, 12 de Noviembre, y calles como la Juan Benigno Vela, Sucre, Tomás Sevilla y los alrededores del parque Cevallos y 12 de Noviembre estuvieron llenos de comerciantes y compradores.
Pese a que el alcalde de Ambato, Javier Altamirano, pidió orden, disciplina y distanciamiento, pocos cumplieron.
En los alrededores de los mercados Modelo, Central Artesanal y la plaza Primero de Mayo se comercializó todo tipo de productos y víveres.
Para Diego Mosquera, presidente de la Cámara de Comercio de Ambato, no hubo tanta aglomeración como en días pasados. “Al menos el 50% de los locales abrieron. Fue un día tranquilo, no como el lunes pasado que estuvo más convulsionado”.
Patricio Carrasco, director del Consejo Municipal de Seguridad Ciudadana, explicó que al menos 3 000 comerciantes ocupan las arterias viales de la urbe y los alrededores de los mercados. Agregó que esa cantidad se incrementó por las cerca de 15 000 personas que perdieron su empleo.
En Santo Domingo se registró más movimiento de peatones, autos y ciclistas ayer. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO.
El servicio del tranvía, en Cuenca, se habilitó desde ayer de forma gratuita. Foto: cortesía Municipio de Cuenca.
El transporte urbano comenzó a trabajar con el 70% de las unidades. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal dispuso que solo 24 personas viajen sentadas. En las paradas hubo poca gente.
En Cuenca, el primer día se vivió con gran afluencia de ciudadanos y vehículos en las aceras y calles de la urbe. No circularon buses de transporte urbano pero sí se habilitó el tranvía y de forma gratuita; así estará activo por 60 días.
Se abrieron ferreterías, salones de belleza, restaurantes, vidrierías y otros negocios.
El servicio de transporte no se habilitó porque el gremio pidió que se garanticen los recursos económicos necesarios para sostener la operación y asegurar la continuidad del servicio en sus 475 unidades.
El alcalde Pedro Palacios no está de acuerdo con ese planteamiento. “No estamos para privilegiar a ningún sector sino a los ciudadanos. Este es un servicio público administrado por un sistema privado”. Por ello, el Municipio plantea la modificación de rutas mientras dure la emergencia.
En Santo Domingo también aumentó el movimiento vehicular y peatonal. El transporte urbano fue uno de los primeros en reactivarse. En cada bus fueron solo personas sentadas.
Además se reasignaron rutas alternativas en calles principales como la avenida Quito y 9 de Mayo para la circulación de buses. Hubo congestión.
En el centro de la ciudad hubo aglomeración de personas en sectores como el mercado municipal, la avenida Quito, Guayaquil y 9 de Mayo.
Para el alcalde, Wilson Erazo, el cambio de semáforo obedece a que el cantón necesitaba reactivarse económicamente y no porque la curva epidemiológica haya bajado.
Según el Burgomaestre, las cifras del COE nacional no son reales y los casos positivos son más. Según ese informe, hasta el lunes se registraron 889 casos.
Sin embargo, el alcalde reconoció que la situación hospitalaria del cantón es crítica, incluso desde antes del covid-19, según informes que ha recibido el COE cantonal.
En Manabí, los 22 cantones siguen en rojo, pero en El Carmen se fijó una fecha límite para cambiar al amarillo, que se vencía ayer. Aún así, hasta la tarde del lunes el COE cantonal permanecía reunido y no informó sobre ningún cambio.
Mientras que en esta última semana, en Ibarra (Imbabura), se trabaja en el acondicionamiento de los sistemas de bioseguridad de los locales comerciales. La ciudad pasará al amarillo desde el otro lunes.
Muchos locales colocan bandejas de desinfección, dispensadores de alcohol en gel y carteles con información sobre uso obligatorio de mascarillas y el distanciamiento social.
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