El archivo central del Registro Civil de Imbabura, ubicado en Ibarra, está repleto de documentos viejos y descoloridos.
Allí reposa información de hace 100 años, cuando se abrió la institución. Desde entonces, los documentos se manejan manualmente, pese que en el ingreso principal de la entidad se anuncia: “Nos modernizamos para servirle mejor”.
La directora Soraya Mera informó que desde el 29 de octubre se comenzaron a contabilizar las tarjetas índices y dactilares, que reposan sobre gavetas, cartones, escritorios y en el piso.
La información se remitirá a la Dirección General, en Quito, para que se computarice. Mientras tanto, las personas cuyos datos estén inscritos en Imbabura no podrán obtener las partidas de matrimonio ni de defunción en otras provincias. En Ibarra tampoco se puede inscribir a niños adoptados. En un cartel se informa que este trámite se debe realizar solamente en las oficinas de Turubamba, en el sur de Quito.
Esas limitantes molestan a los usuarios. José R. se quejó porque un cuñado falleció en Ambato y debió viajar a Ibarra para obtener la partida de defunción. “Me fui a las oficinas de Ambato y me dijeron que no se puede hacer nada, porque todos los datos estaban en Ibarra. Por un papel, el cadáver está botado”.
En el Registro Civil de Imbabura trabajan 40 personas, pero falta más personal, dice Mera. El grupo se capacitó para entregar la nueva cédula que tiene incorporado un chip y 16 niveles de seguridad. Pero hasta ahora no se la ha emitido.
Las deficiencias también se registran en los cinco cantones restantes. Por ejemplo, en Pimampiro, con 13 000 habitantes, la oficina arrendada no tiene ni siquiera teléfono, a pesar de que la sede cumplió 66 años. Solo hay una máquina de escribir, la única herramienta para levantar la información. “La computadora aquí es un sueño”, comenta Paquita Aguirre, la única funcionaria encargada de las inscripciones de los recién nacidos, matrimonios y defunciones.
En Machala, las oficinas funcionan temporalmente, desde hace dos semanas, en una de las plantas del Hotel Reina Paccha. Antes estaban en el edificio del ex Banco del Azuay, el cual es remodelado. Los registros dactilares y el cobro de valores por las cédulas y otros documentos se hacen de manera manual.
Cecilia Barbotó, directora de la dependencia, indicó que las mejoras implican la entrega de cédulas con chip integrado.
En Santo Domingo, el Registro Civil funciona en un edificio alquilado y tiene inconvenientes en su sistema informático. Pese a las limitaciones mejoró el tiempo de atención a los usuarios.
El director provincial, Wilmer Vera, dijo que los trámites para cédulas de renovación y por primera vez se hacen en distintos horarios, para agilizar la atención. María Anchundia contó que tardó 30 minutos en recibir su cédula. Ella llegó desde El Carmen (Manabí). También, Diego Valarezo y Adrián Bone dijeron que el proceso no duró más de 20 minutos. “Ya no tuvimos que madrugar y hacer fila desde la noche anterior.
Hasta noviembre del 2008, obtener una cédula requería 16 horas desde que el usuario formaba fila. En esa época, en un día se tramitaban 160 cédulas.
En la actualidad el Registro Civil de Santo Domingo atiende al día, en promedio, a 1200 personas en todos sus servicios.
Cuando se trasladen a las nuevas instalaciones en febrero próximo, se incorporarán nuevos servicios tecnológicos, más ventanillas y personal, se tendrá una nueva base de datos.
Ambato
La atención es rápida
Mario Ribera y su esposa llegaron a las 15:30 al edificio del Registro Civil de Ambato. Esperaron 10 minutos y consiguieron inscribir a su hijo de 2 meses de edad.
“No tuvimos problemas. La atención fue rápida a pesar de que conseguimos el último turno. Los empleados son amables”, dijo Ribera.
Tania Haro, directora, explicó que este año se implementó la entrega de turnos para la inscripción de menores de edad y la entrega de partidas de nacimiento. A las 08:00 empieza la entrega de tiques.
En febrero, según Haro, se inaugurará el nuevo edificio. Red. Sierra Centro.
LOJA
Una oficina en red nacional
En Loja, el Registro Civil funciona en un edificio propio y está conectado al sistema nacional.
Ya no se ven largas “colas” y la renovación de una cédula de identidad demora entre seis y 10 minutos. Silvia Alberca, oriunda de Gonzanamá, recuerda que hasta hace cuatro años necesitaba todo un día para renovar la cédula.
Según Franco Salcedo, jefe provincial del Registro Civil en Loja, la rotación del personal mejoró la atención.
La conexión directa al sistema nacional permitió que la mayor parte de trámites se realice en Loja y no se deba recurrir a Quito. Red. Loja
PORTOVIEJO
Seis cantones conectados
El Registro Civil de Portoviejo funcionan con seis cantones conectados en red. Según la directora Susana Dueñas, son Jipijapa, Bolívar, Pedernales, Manta, Chone, Jaramijó y Portoviejo.
Pero una parte de los archivos que datan de 1914 recién estará digitalizados en 18 meses desde del enero del 2011.
Los usuarios tienen opiniones divididas sobre el servicio. Nexar Zambrano obtuvo un certificado de nacimiento en dos horas. Ángela Palma no consiguió una partida de nacimiento íntegra, pese a que esperó un día. “Los tramitadores me dijeron en voz baja que por USD 5 lo obtendría en 20 minutos”. Red. Manta