La llegada de azuayos residentes en Estados Unidos y Europa se incrementó en los últimos días, a medida que se acercan la Navidad y el fin de año. A diario, familiares ansiosos esperan el arribo de sus seres queridos al Aeropuerto Mariscal La Mar, de la capital azuaya.
Con globos amarillos y abrazados, los hermanos Daniel, Vanesa, David y Alicia Tola Calle, esperaban a su padre Wilson, de 50 años, procedente de Estados Unidos. Los acompañaba su madre María Calle. Eran las 13:00 del miércoles y ya tenían más de una hora en la sala de arribo.
Todos estaban pendientes de la información del vuelo que se difundía en las pantallas. Cuando faltaban 20 minutos para que aterrice el avión de Tame, se fueron a la planta alta para, desde los grandes ventanales, ver descender a su padre.
“¡Allí está… Gracias Dios!”, exclamó Daniel al verle bajar por la escalera de la nave. A la distancia, Wilson y sus hijos intercambiaban emotivos saludos levantando sus manos. En sus rostros había alegría y ansiedad. Wilson llevaba 20 años alejado de su familia.
Muy cerca, en ese mismo espacio, Cleotilde Ayabaca, de 59 años, esperaba a su nieto Jaime Fernández, de 21 años. Ellos son oriundos del cantón Girón y el joven retornó a los tres años. “Allá (EE.UU.) las heladas están terribles y en diciembre se pasa mejor en familia en Ecuador”, dijo Ayabaca.
El gerente de Tame, Pablo Calle, confirmó que desde principios de este mes aumentó la demanda de pasajeros en la ruta Nueva York-Guayaquil-Cuenca. “Son los migrantes ecuatorianos que retornan para pasar esta fecha especial con sus seres queridos”.
Se los identifica porque llegan con más de dos maletas viajeras grandes cada pasajero. Antes traían mayor cargamento, porque su situación económica en los países receptores también era mejor, sostiene Franklin Ortiz, experto en migración en Azuay.
Las remesas han registrado crecimientos leves en los últimos cinco años (ver cuadro), según los datos del Banco Central. En el 2012, a Azuay ingresaron USD 530,6 millones y en el primer semestre de este año 246,1 millones. “Los migrantes ya no envían la misma cantidad de dinero a los suyos”.
La aerolínea Tame trabaja con un vuelo diario en la ruta Nueva York-Guayaquil-Cuenca. La aeronave, con capacidad para 270 pasajeros, viaja con un promedio de 210 personas a bordo. Según Calle, a partir de esta semana la demanda será mayor y los vuelos retornarán en su máxima capacidad.
A la salida de Migración, un cúmulo de sentimientos inundó la sala de espera en el feliz reencuentro de los Tola Calle.
Ortiz considera que los compatriotas escogen diciembre para retornar, por ser una época especial para pasar en familia. Unos lo hacen solo por vacaciones, otros porque son priostes en fiestas religiosas y otros, como Wilson Tola, para quedarse definitivamente.
Él, abrazado a sus hijos, dijo: “20 años separados es bastante tiempo. 20 años de lágrimas, soledad, sacrificio mutuo, de extrañarlos… son suficientes. Si Obama (presidente de EE.UU.) me diera papeles no me voy, me quedo con mi familia que es mi tesoro”.
Algunos migrantes gironenses adelantaron sus vacaciones a octubre, para ser prioste o Fiesta Alcalde en la fiesta del Señor de Girón o la Fiesta de los Toros. Esta celebración de seis semanas empezó la tercera semana de octubre y terminó la primera de diciembre.
La última semana de la fiesta fue prioste Flavio Pauta, quien retornó con otras ocho personas (hermana, sobrina, hijos…).
Ellos hicieron de altareros, platilleras, coheteros y demás personajes propios de esta tradición religioso-cultural. La celebración fue en la casa de su padre Isaías Pauta, en la comunidad de Santa Marianita. Hubo un gran derroche de comida, bebida, música, danzas folclóricas y pirotecnia.
Wilson Tola contó que migró por alcanzar el bienestar para sus hijos y lo consiguió. En sus planes está abrir un restaurante, porque siempre trabajó en ese tipo de locales y aprendió el arte de cocinar. “Hoy mi felicidad es completa. Es una fecha inolvidable”, exclamó al abandonar el aeropuerto.
El cantón Déleg, el más pequeño en población de la provincia de Cañar, en diciembre registra una gran cantidad de migrantes que retornan. Llegan para cumplir compromisos sociales o participar en la celebración religiosa por Navidad.
A partir del 15 de diciembre, las terminales internacionales registran el mayor movimiento de migrantes que arriban al país. Migración calcula que más de 1 000 compatriotas llegan a diario.
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