Médico de Morona Santiago: ‘Debemos conocer su cultura para llegar con la atención médica al pueblo shuar’

Carlos Tovar Páez, 61 años, es médico del Ministerio de Salud en Morona Santiago. Foto: Cortesía Carlos Tovar

Carlos Tovar Páez, 61 años, es médico del Ministerio de Salud en Morona Santiago. Foto: Cortesía Carlos Tovar

Carlos Tovar Páez, 61 años, es médico del Ministerio de Salud en Morona Santiago. Foto: Cortesía Carlos Tovar

¿Cuál es la realidad del covid-19 en la población shuar de Morona Santiago?

La morbilidad o cantidad de nativos shuar que enferman de coronavirus es superior al 50% con relación a los mestizos. La pandemia está atacando fuerte.

¿A qué se debe el mayor contagio en los indígenas?

Es una situación compleja. En esta cultura todos viven en una misma casa: padres, hijos, abuelos, tíos y suegros. Cuando uno de ellos se contagia, el virus se propaga a todos, porque no hay aislamiento ni distanciamiento físico. Beben la chicha o consumen los alimentos del mismo recipiente y no usan mascarilla, eso es parte de sus costumbres ancestrales. También, inciden las condiciones sanitarias.

¿Es complicado enfrentar su cultura?

Vivimos un momento especial y en salud pública hay que hacerles entender que tienen que adoptar un nuevo comportamiento, al menos mientras dure la emergencia sanitaria.

¿Qué es lo que más le preocupa?

Cuando alguien de la comunidad muere de covid-19, deben sepultarlo enseguida, como establecen los protocolos, y no realizar velorios. La esposa e hijos no puden llorar encima del féretro porque están frente a un material biológico altamente infectante.

¿Eso está ocurriendo?

Lamentablemente sí y eso también desencadenó brotes de contagios comunitarios. En su cosmovisión, dentro de los velorios, los shuar rinden culto, entregan ofrendas e ingieren bebidas tradicionales que tienen un poder simbólico. La comunidad acompaña. Pero hay que concienciarlos para que eso no ocurra, como tampoco permitir la presencia de niños, adultos mayores o personas sin protección.


¿Cómo está la mortalidad?

Es alta porque los adultos tienen enfermedades pre-existentes como la hipertensión y diabetes; y eso los hace vulnerables. La salud de ellos cambió mucho con la aculturación e incidió sobre la nutrición. Las familias no se alimentan como sus ancestros ni están en actividad física.

¿Cómo se alimentaban los antiguos shuar?

El shuar siempre fue un horticultor silvestre. Cultivaba tubérculos, plantas medicinales y frutales. Con la tala de árboles ya no hay selva y pocos tienen sus cultivos. Ahora consumen más carbohidratos como pan, arroz, fideo y escasa proteínas. Al no realizar esfuerzo físico desencadenan cuadros hipertensivos y de diabetes.

Hay personas contagiadas que utilizan la medicina natural para enfrentar el covid-19

El pueblo shuar es heredero de conocimientos y saberes ancestrales. Aman la naturaleza. En su cosmovisión, todo lo curan con sahumerios e inhalaciones a partir de plantas. Pero con esta patología nueva la vaporización no va porque el pulmón necesita respirar aire puro y no con humo ni aceites. Tiene que haber un flujo constante de aire puro porque hay un proceso inflamatorio en los alveolos pulmonares.

¿Pero dicen que algunos se están curando de esa forma?

Frente a una enfermedad que no conocemos, todo es válido. Los médicos aplicamos nuestros conocimientos y hacemos lo que está a nuestro alcance para salvar vidas. Pero con los shuar debemos tratar la enfermedad como un todo social, intercultural, humano, espiritual y técnico. Habrá que hacer estudios en territorio para investigar qué es lo que está pasando con los contagios, el universo infectado y los tratamientos.

¿Es difícil llegar a ellos con la medicina occidental?

Lo más difícil es ganarse su confianza. Las universidades deben formar médicos con conocimiento intercultural, que conozcan el valor que tienen para ellos los hierbateros o sabios de la comunidad. Con eso se puede entrar en familiaridad, mejorar la relación con el paciente y ganarse su colaboración.

¿Hay médicos shuar es esta provincia?

Unos dos, pero están aculturizados. Son más hispanos que nosotros.

¿Cómo trabaja el Ministerio de Salud para enfrentar el covid-19 en las comunidades?

Con brigadas de salud comunitarias. Pero el Ministerio tiene un departamento Educación para la Salud que debe ser reinaugurado y también los cabildos, ser parte de la solución. Con esta pandemia, ya no es necesario hacer canchas, sino repotenciar la salud para mejorar la atención.


¿Qué es lo más duro que les ha tocado en esta pandemia?

Ver y conocer cómo se van los amigos y los mayores de este mundo. Es un dolor en el alma, aquello adultos mayores que son los herederos de esa cultura que enriquece a nuestro país.

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