Largas filas se formaron a las afueras de la Junta de Calificación Militar de Guayaquil, desde 24 horas antes al acuartelamiento que se inició formalmente a las 08:00 de hoy sábado 4 de junio en la ciudadela Atarazana. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
El cupo del acuartelamiento en Guayaquil es para 1 017 jóvenes, entre los 18 y los 22 años. La mañana de este sábado 4 de junio del 2016 acudieron a la convocatoria más de 3 000 personas, que durmieron en los alrededores de la Junta de Calificación Militar, en la ciudadela Atarazana, en el norte de Guayaquil.
La fila de aspirantes a prestar el Servicio Cívico Militar Voluntario tenía varias cuadras, más de 600 metros de extensión, desde las afueras de la Dirección de Movilización, en la avenida Democracia –cerrada al tránsito- y daba la vuelta por la av. Roberto Gilbert Elizalde, hasta el hospital del mismo nombre.
Los primeros en la fila llegaron la víspera, con 24 horas de anticipación al llamado, desde las 8:00 del viernes 3 de junio. La falta de empleo y la vocación militar estuvieron entre las principales motivaciones mencionadas por los aspirantes.
“Nos extrañó que el día de ayer (viernes) desde las 9:00 ya había gente con el deseo de ingresar, unas 60 personas en la fila, cuando lo normal es que lleguen en la noche del día anterior”, indicó Hernán Pontón Veloz, director de Movilización del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. El coronel destacó la formación en valores y la preparación del servicio para los conscriptos que opten por seguir la carrera militar.
José Tipán, uno de los que se presentó al proceso de acuartelamiento de los ciudadanos nacidos en la leva de 1997, segunda llamada, acudió con la idea de obtener preparación para trabajar luego como guardia de seguridad. “Me gradué del colegio y no sale nada de trabajo, espero que me sirva la libreta militar”, indicó el guayaquileño de 20 años, perteneciente a la leva anterior.
Los jóvenes nacidos en los años 1994, 1995 y 1996 también estaban invitados a enrolarse. A nivel nacional las Fuerzas Armadas buscan acuartelar a 5 000 personas.
El servicio militar comprende seis meses de acuartelamiento, la fecha establecida para la finalización del periodo es el 02 de diciembre de este año. En ese lapso se optimizarán las fases de entrenamiento en formación militar, seguridad integral, actividades de apoyo a la gestión de riesgos y desarrollo de actividades ocupacionales.
“El periodo era antes de un año. Entiendo que al ser un período menor hay mayor interés. Muchos jóvenes también aprovechan el tiempo y la oportunidad de preparación hasta que se abran los procesos para las universidades”, apuntó el coronel Pontón.
Los acuartelados en Guayaquil –el proceso formal inició a las 08:00 y tenía previsto extenderse hasta las 17:00- serán destinados a 23 repartos de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, ubicados en las provincias de Zamora Chinchipe, Morona Santiago, Loja, Galápagos y Guayas.
Los aspirantes debían pasar por un filtro de verificación de antecedentes personales, una fase de registros de datos, chequeos médicos generales y exámenes psicológicos. Estaba previsto que los primeros buses con los nuevos conscriptos partieran antes del medio día hacia las unidades militares.
Los familiares se agolpaban a frente a las vallas de separación para despedir a sus hijos. Ese era el caso de Kevin Rodríguez, uno de los primeros en ingresar al proceso de selección, que llegó con sus padres al acuartelamiento.
“Estoy aquí desde las 08:00 de ayer. Es una oportunidad para superarse, para alcanzar otros objetivos, es algo que en lo personal me gusta, desde pequeño he querido estar aquí”, indicó Rodríguez, de 18 años, habitante del Suburbio Oeste de Guayaquil.