El movimiento en las calles de Cuenca es inusual. Los marchantes indígenas que salieron el pasado jueves de Zamora llegan hoy a la capital azuaya. Su destino final es Quito y está previsto que arriben a la capital el 22 de marzo. Ayer pasaron por Saraguro.
En este momento se encuentran en la parroquia de Tarqui, la entrada sur a Cuenca. Unos 1 000 caminantes se encuentran en el sector de la Y. Allí realizan un ritual en el río Tarqui como símbolo de defensa al agua.
Para Carlos Pérez Guartambel, dirigente campesino ese rito es la muestra de la importancia de lo que representa el agua. “Constituye la vida para los seres humanos”. Agregó que los militares y la policía no podrán callar la verdad de los manifestantes opositores a la minería.
Según el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, quien se encuentra en la marcha su recorrido será de forma pacifica y esperan seguir la ruta de la Avenida Loja, el sector del Vado, para bajar por la Calle Larga y luego llegar al parque de San Blas (centro ciudad). Allí prevén realizar una ceremonia eucarística precedida por monseñor Luis Cabrera.
Por su lado el gobernado del Azuay, Humberto Cordero, dijo que no existe la autorización para que los caminantes lleguen hasta el centro de la ciudad. “No se puede interrumpir las labores de los ciudadanos y ocasionar un caos vehicular”.
Militantes de AP leen artículo de Galarza
Una columna publicada el 1 de marzo en la página editorial del diario gubernamental El Telégrafo que habla de un supuesto golpe de Estado en gestión está siendo utilizada en Cuenca por el oficialismo para que la tesis del golpe cuaje entre los partidarios del Gobierno.
La columna, escrita por Jaime Galarza, habla sobre una supuesta conspiración para derrocar al Gobierno. Tras este complot estaría lo que el autor llama “el imperio invisible” que estaría organizado por los países más poderosos del mundo como Estados Unidos, Canadá y Europa, las corporaciones de ese origen, las cadenas globales de medios y la gran banca.
El artículo ha sido fotocopiado y distribuido a los simpatizantes de Alianza País (AP), el movimiento oficial. En el parque Calderón, frente a la Gobernación de Azuay, unas 300 personas asisten a una concentración, con banderas verdes de AP, que coincide con la llegada de la marcha indígena y movimientos sociales.
Clara Ramírez, asistente al plantó pro gobierno, dice que apoya al Presidente, porque los grupos de poder, a través de los indígenas, quieren tumbar al Régimen.
Jorge Mendoza, quien participa de esta movilización de AP, está asustado porque –según dice- leyendo el artículo de Galarza ve que hay personas egoístas que no piensan en el país. “Pero acá estamos, para enfrentar a la oposición y demostrar que queremos estar con Correa”.