La ciudad de Montecristi, en Manabí, busca crear el primer Consejo de Regulación, en Ecuador, para administrar y promocionar el sombrero fino de paja toquilla. Pretende hacerlo a través de una certificación de Denominación de Origen que el Servicio Nacional de Derechos Intelectuales (SENADI) entregó a ese municipio en el 2012.
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El sombrero de paja toquilla
Ángel Muentes, coordinador del cabildo, informó que el Consejo busca preservar las 18 técnicas ancestrales que los artesanos aplican en la elaboración del sombrero fino que va desde su tejido hasta el remate final.
“Queremos llevar una trazabilidad para identificar quién lo tejió, quién lo remató, quién lo prensó y quién le dio el último acabado de corte con el estilete. La idea es crear un registro de todo el proceso de tejido del sombrero que inicia con el cultivo de la paja toquilla, el corte, cocido y secado”, precisó Muentes.
Certificación de origen
El funcionario informó que realizó una investigación sobre los productos con Certificación de Origen en Ecuador y aseguró que ninguno tiene creado el Concejo de Regulación. Según la SENADI, en el país existen siete productos que cuentan con la certificación de origen: el cacao, la bebida miske, el maní amazónico, el café de Galápagos, el café de Loja, la pitahaya Amazónica y el sombrero de Montecristi.
“Ahora buscamos ser la primera ciudad de Ecuador en contar con este ente regulador para que a los artesanos les abran las puertas al mercado internacional y reciban un pago justo sin intermediarios” explicó Muentes.
En algunos aeropuertos y ciudades del mundo, el sombrero de paja toquilla de Montecristi se vende hasta en 20 000 dólares, mientras al artesano le pagan 4 000 por su elaboración, dijo Jonathan Toro, alcalde de Montecristi.
Consejo del sombrero de paja toquilla
El burgomaestre informó que el plan de la creación del Consejo también busca mantener la tradición del tejido para que los tejedores, campesinos y agricultores de la zona rural de Montecristi reciban un precio justo debido a que algunos jóvenes están abandonando el oficio para dedicarse a la pesca u otros trabajos.
Toro sostuvo que en las subastas, el sombrero llega a ser comercializado hasta en 30 000 dólares. “Por eso, surge la intención de equiparar las ganancias entre el artesano y el intermediario debido a que la nueva generación de artesanos ya no desea tejer. No queremos que se pierda esta técnica de tejido única del mundo”, expresó Toro.
Especificaciones técnicas del sombrero de paja toquilla
El sombrero ultrafino es de 65 grados (calidad máxima) y en la comunidad Pile existen tres artesanos que logran tejerlo. Uno de ellos es Simón Espinal, quien viajó hace 40 días a Europa a promocionar su arte. Él realizó la exhibición de tejido en vivo en doce restaurantes de Madrid. Simón tiene 55 años de edad y lleva más de cuatro décadas tejiendo. Lo aprendió de sus padres y abuelos. El oficio se sigue heredando. En la ciudad manabita existen cerca de 300 artesanos.
El sombrero de Montecristi es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y mañana se cumplen doce años de aquel título que otorgó la UNESCO a Ecuador. Por eso, el pasado jueves 5 de diciembre, en Montecristi, se inauguró un museo donde rendirán homenaje al tejedor y a la paja toquilla. Las autoridades quieren visibilizar el conocimiento, la práctica y técnicas para conservar el tejido ancestral de la hebra de paja más fina del mundo.
Hace un año, el cantón Montecristi fue incluido en la lista de las Ciudades Creativas de la Unesco, en la categoría de artesanía y arte popular. Desde entonces, el Municipio decidió promocionar el tejido en varios países de Europa y Asia. La red de Ciudades Creativas cuenta con 350 urbes ubicadas en más de 100 países, que representan siete ámbitos creativos (artesanía y arte popular, diseño, cine, gastronomía, literatura, artes digitales y música).