Loja es una de las provincias más afectadas por el invierno. Así lo afirmó la semana pasada el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
Esta información que fuera presentada en el primer Foro Climático Nacional, que se desarrolló en Cuenca, se comprueba en los hechos.
Solo la semana pasada, en el cantón Loja se reportaron deslizamientos en 14 sectores de dos parroquias urbanas.
Marco Quezada vive en el barrio Miraflores Alto, ubicado en la parroquia Sucre, en el occidente de la ciudad. Según el morador, con la lluvia del fin de semana pasado, la tierra se aflojó. Aquello lo reportó al Municipio. Los técnicos llegaron a chequear el problema. En ese lugar, cinco casas tienen problemas, aunque las paredes no se han cuarteado, el suelo se desliza frecuentemente.
Lo mismo ocurre en La Banda Alta y La Florida. Desde el pasado 27 de noviembre se inició el problema. Por las constantes lluvias se presentaron grandes zanjas, dice Vladimir Pizarro, alumno de Geología de la Universidad Nacional de Loja, quien realiza estudios en ambos barrios.
Según Diego Ramón, director de Gestión Territorial del Municipio, durante las primeras semanas de este mes ya se presentaron movimientos de suelos en 14 sectores. El año pasado solo hubo cuatro casos de deslizamientos.
Ramón dijo que la cantidad de lluvias es similar a la del 2011, pero ahora se concentra en pocos sectores. “Cuando llueve en el barrio Las Pitas (norte de la ciudad), en La Argelia (sur) hay sol”.
El funcionario dijo que este fenómeno ocurre por la influencia de las corrientes Amazónica y del Pacífico. Los técnicos del Inamhi dijeron que en los primeros 10 días de este mes llovió 50,7 milímetros en Loja, 130% más de lo que se esperaba para todo el mes (22 mm). Además, se prevé que las precipitaciones persistan en las próximas semanas.
En las parroquias rurales también se registraron inconvenientes. En Chantaco, Taquil, Chuquiribamba y San Lucas hay 17 casas que están en riesgo de caerse, según el Municipio de Loja.
Además, los agricultores perdieron sus cultivos. David Valle, de la parroquia Chantaco, se quedó sin una hectárea de hortalizas. “El temporal dañó todo. Ahora hay que esperar para que las aguas bajen un poco y sembrar de nuevo”. Tiene cinco hijos y los mantiene con la venta de la fruta.
Igual drama vive Lucila Uzho, de la parroquia Taquil. Se destruyeron dos habitaciones donde vivía con nueve miembros de su familia. Pidió ayuda para subsistir.
Los cantones que registran más problemas son Loja, Saraguro, Paltas, Espíndola, Chaguarpamba y Catamayo. Según Mario Benavides, titular de la Dirección Provincial de la Secretaría Nacional de Gestión de Riegos, las inundaciones amenazan algunas viviendas en la provincia.
En Saraguro existen problemas en el sector Las Lagunas, donde 14 casas están en riesgo. En la provincia, 140 personas y 40 viviendas han sido afectadas por los deslizamientos ocasionados por las lluvias frecuentes.
Las vías, afectadas
La red vial de la provincia está afectada en su totalidad. Por ejemplo, en Espíndola la carretera colapsó por la creciente de una quebrada.
En las parroquias Chantaco, Taqui y Chuquiribamba, el transporte es irregular porque los deslizamientos son constantes.
El Consejo Provincial asignó sus 65 máquinas para limpiar las vías en la provincia. En Chaguarpamba las comunidades alejadas están incomunicadas.