Las fuertes lluvias que se registran durante estos últimos días provocaron problemas de abastecimiento de agua potable en las plantas de tratamiento de las parroquias y zonas rurales como Quingeo, Sinincay, Cumbe e Irquis de Cuenca.
Con asombro Mario Berrezueta, morador y dirigente de Cumbe, observa que el agua llega turbia a su casa desde el miércoles pasado. El día anterior llovió torrencialmente en el cantón y eso causó problemas en el suministro del agua.
Este azuayo, de 35 años, tiene la esperanza que deje de llover para que el agua ya no llegue sucia y no tener que hervirla para usarla en sus actividades diarias.
Además dice que las 1 900 personas de su parroquia que se abastecen del líquido están molestas por esta situación y por la escasez.
Según Berrezueta, la empresa municipal Etapa realiza las inspecciones respectivas para solucionar el problema, pero cree que tuvo que prever está situación y realizar un estudio si la planta de tratamiento iba a resistir tormentas como las que ocurren en estos últimos días.
Situación similar viven los habitantes de Sinincay donde el agua llega a los hogares turbia. María Pacheco dice que el miércoles pasado tuvo que comprar un bidón de agua porque la que llegó a su casa tiene una coloración negra.
En cambio, en la parroquia de Quingeo el problema es menor porque el agua no llega turbia, pero existe disminución de la presión del líquido vital, dice el presidente de la Junta Parroquia Galo Chillogallo.
Según el subgerente de Agua Potable de la empresa municipal Etapa, Javier Sánchez, la calidad del agua no es buena actualmente en estos sectores y espera que sus niveles sean los óptimos para realizar las tareas de potabilización.
Sánchez explica que mientras no disminuya el caudal del agua, no pueden efectuar el tratamiento respectivo, porque obstruiría los filtros de las plantas. Razón por la que está tarea ejecutan de forma paulatina.
Además espera que las lluvias disminuyan de lo contrario los sistemas de agua que abastecen a los cuencanos también pueden afectarse, porque el caudal de los ríos aumentó en estos últimos días.
Por ejemplo, el río Yanuncay pasó de 10 metros cúbicos por segundo a 50. Si llega a 100 metros cúbicos se registran desbordamientos.
Por el invierno, Etapa realiza monitoreos permanentes con el propósito de actuar de forma oportuna e idónea, señala Sánchez.
Los registros indican que la planta de tratamiento de Cebollar, que abastece el 45% del agua de la capital azuaya, no tiene problemas. Abastece con 800 litros por segundo. Lo mismo ocurre con las plantas de Tixán que procesa 700 litros por segundo y Sustag 200 litros.
Puntuales
Las lluvias de estos últimos días provocaron que una masa de tierra y los cimientos de una casa del barrio Jaime Roldos se caigan.
Otro de los sectores afectados son las parroquias de Cumbe, Tarqui y Victoria del Portete. Allí los pastizales están llenos de agua y se han perdido cultivos de fréjol y habas.
Los obreros de Etapa realizaron labores de limpieza en las alcantarillas que se taponaron el miércoles pasado por el torrencial aguacero que cayó en Cuenca.