Las vías de los barrios marginales de la capital de Santo Domingo de los Tsáchilas están en mal estado. La causa: las lluvias de los últimos días.
Una de las avenidas más afectadas es La Lorena. Esta arteria tiene cuatro carriles y parterre, pero no está asfaltada ni tiene alcantarillado. Con los aguaceros, los baches se hicieron más grandes y se abrieron zanjas.
La Lorena es una vía alterna para los choferes de los vehículos que van a Quito. Por debajo del lastre pasa la tubería que sirve para distribuir el agua potable en la ciudad. “Si se daña más la carretera, los tubos quedarán al aire libre”, aseguró Teodoro Arévalo, morador del sector.
Este vecino tiene una tienda esquinera. Frente a su casa hay una fuga de agua. “La tubería ya se deterioró por el paso de los vehículos y el líquido carcome el lastre”.
A lo largo de esta avenida hay 10 fugas de agua potable.
El invierno también afectó a la vialidad de la cooperativa Che Guevara, una de las más populares de Santo Domingo. En este sector vive María Giler. Ella tiene una panadería.
“La circulación se volvió peligrosa. En su afán de esquivar los baches, los choferes terminan con sus carros encunetados”.
Una realidad similar viven los pobladores de la cooperativa Vencedores. “El lodo en las calles está podrido y huele mal”, dijo María Riofrío, vecina. Teme que por la basura que se pudre en el lodo, aparezcan los zancudos portadores de enfermedades.
El Municipio tiene un plan para arreglar las vías que fueron dañadas por el invierno. Los trabajos empezarán cuando deje de llover. Hasta tanto, los vecinos tendrán que soportar las molestias.