Los jugadores estaban impecables en la cancha. Vestían una camiseta azul, una pantaloneta blanca y zapatos sin rastros de lodo antes de la jornada de entrenamiento.
Ellos integran la nómina de futbolistas del Club 3 de Julio. Practican de lunes a viernes en una cancha, ubicada en el kilómetro 11 de la vía a Quevedo, en el suroccidente de la ciudad.
A las 10:00 del martes 15 de mayo inician con puntualidad su ciclo de prácticas. Necesitan prepararse para los próximos encuentros del Campeonato Provincial de Segunda Categoría de Santo Domingo. Su participación la dedicarán a Narciso ‘El sapo’ Caicedo, fiel hincha del equipo, fallecido en el 2011.
Ya en el terreno de juego, Luis ‘El chifle’ Mosquera, técnico del equipo, toma la palabra y después de un saludo, empieza a dar instrucciones a los futbolistas. Les aconseja técnicas de concentración, consejos de motivación e indicaciones sobre las jugadas que realizarán durante aquella mañana.
Mosquera asegura que siente una gran responsabilidad al dirigir al conjunto que pretende ascender a la Serie B este año.
En el entrenamiento, los 28 jugadores forman dos círculos y se pasan el balón entre ellos. El gramado se encuentra en buen estado, por lo que no tienen dificultades para moverse.
A lo largo de la práctica, los futbolistas dan prioridad a la táctica que utilizarán frente a su rival. Durante dos horas ejecutan estos ejercicios y al final de la jornada los zapatos están enlodados.
Este club fue creado el 6 de junio 1984 por Franklin Venegas , José Pozo, Fernando Tamayo, Luis Rodas y José Córdova. Su nombre nace en honor a la fecha de cantonización de Santo Domingo.
“Eran un grupo de amigos apasionados por el fútbol que se juntó para fundarlo. Es un legado que nos dejó mi padre”, dice Franklin Venegas, hijo de uno de los fundadores, quien falleció en 1995.
Venegas y José Pozo son quienes están a l frente de la dirigencia. “Es satisfactorio ver cómo nuestros hijos han seguido con lo que una vez Franklin, un grupo de amigos y yo construimos. El equipo tiene mucha leyenda y no vale la pena que muera”, asegura José Pozo, fundador del club.
Fue el primer equipo de Santo Domingo en llegar a la Segunda Categoría, cuando aún era parte de Pichincha. Fue en 1987.
Para esta temporada, los dirigentes se han trazado objetivos y metas, con la misión de mantener la historia del club y por qué no soñar con el ascenso.
Para esto se pretende reforzar al equipo con jugadores que hayan debutado en la Serie A como es el caso de Eduardo Espinoza, ex marcador derecho del Espoli. “Me siento muy contento de estar aquí y voy a dar todo de mí para ayudar a que los objetivos del club se cumplan”, señaló el jugador.
El 70 % de los 28 jugadores es de Santo Domingo y el 30% de Esmeraldas y Guayas. Más de la mitad de la plantilla está conformada por juveniles. En los partidos de Segunda solo se permiten tres titulares mayores de 25 años.
Los aficionados al fútbol coinciden en que el 3 de Julio es el ídolo de la ciudad. Rody Alcívar es uno de aquellos entusiastas seguidores que lo ratifica. “Un grupo de amigos y yo lo seguimos desde hace 17 años. Hay que reconocer que es la historia viva del balompié santodomingueño”, sentenció este aficionado.