El juez vigésimo primero de lo Civil de Loja, Jorge Alvarado, devolvió a la compañía constructora Cosurca la potestad para retomar la construcción del sifón de Limones para el canal de riego Zapotillo.
Esta obra, que se construye en el cantón fronterizo de Zapotillo, está paralizada desde agosto luego de que el Instituto Nacional de Riego (Inar) notificara a la constructora de la terminación unilateral del contrato. El motivo fue la presunción de vínculos de Fabricio Correa, hermano del presidente Rafael Correa, con la constructora.
Ante esa decisión del Inar, el abogado defensor de Cosurca en Loja, Galo Ortega, presentó una medida cautelar de carácter constitucional. Esta fue acogida por el juez y el pasado 25 de septiembre se dictó un fallo a favor de la empresa.
En lo fundamental, el juez dispuso que se suspenden los efectos de la resolución de terminación unilateral del contrato expedido por el director ejecutivo del Inar, por presentar vicios de inconstitucionalidad, al atentar contra los derechos de los trabajadores de Cosurca. Además, argumentó que no se ha probado documentalmente que Fabricio Correa es accionista de esa empresa.
El fallo ya fue notificado al Inar. Sin embargo, la obra aún no se reanuda. Según Ortega, esto obedece a circunstancias operativas de la compañía que retiró parte de su maquinaria del lugar de trabajo.
Además, el gerente de Cosurca, Max Villavicencio, reclama la liquidación de las 16 planillas pendientes y un pago de alrededor de USD 1 500 000.
La construcción del sifón de Limones fue contratada por el desaparecido Programa Regional para el Desarrollo del Sur (Predesur), por USD 6,5 millones. La constructora recibió el 28 de diciembre del 2008 un monto de USD 5,2 millones como anticipo y empezó los trabajos el 2 de febrero del 2009. Estos fueron fiscalizados por Predesur hasta octubre del 2009. Desde noviembre de ese año se hizo cargo el Inar.