Las inversiones en obras de prevención y emergencia, causadas por los efectos del invierno, alteraron las finanzas de la Prefectura del Guayas. Son cerca de USD 50 millones que se utilizaron con ese propósito.
Por ello, el prefecto Jimmy Jairala solicitó al presidente de la República, Rafael Correa, una audiencia para tratar el tema y encontrar soluciones. El gobierno local plantea el reembolso de los dineros invertidos.En principio, una reunión se había pactado para mañana, con María Elsa Viteri. Pero su salida del Ministerio de Finanzas frustró la cita con la autoridad provincial.
Según Jairala, la Prefectura del Guayas agotó sus recursos en obras preventivas de emergencia y se ha quedado sin financiamiento para obras de verano. Su presupuesto para el 2010 es de USD 130 millones.
El pasado 15 de abril, durante la visita de Correa a Salitre para evaluar los efectos de las inundaciones en la provincia, Jairala planteó al Presidente la manera de suplir el problema que va a tener la Prefectura en los próximos meses. “Enfrentamos los pedidos de emergencia de todos los cantones y como consecuencia nos encontramos con un presupuesto desfinanciado”.
Los alcaldes de Salitre, Jujan, Milagro, Daule y Yaguachi también asistieron a la cita. Ellos destacaron el apoyo recibido por la Prefectura para que las consecuencias por las inundaciones en sus cantones no hayan sido más devastadoras.
Jairala expresó sus reparos por el trabajo de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo. “Su inversión en Guayas ha sido abrumadoramente, menor a los USD 50 millones que ha invertido la Prefectura”.
María del Pilar Cornejo, secretaria nacional de Riesgo, propuso como alternativa reponer a la Prefectura el 50% de los recursos que fueron invertidos en las obras de emergencia.
Mientras tanto, ayer se registraron lluvias en varios sectores de la provincia, pero no ocasionaron mayores novedades.
En Salitre, uno de los cantones más afectados por las inundaciones, el nivel del río del mismo nombre sigue bajando. Lorenzo Morales, coordinador local de la Secretaría de Gestión de Riesgo, dijo que el afluente ha bajado unos 40 centímetros.
Incluso, las familias damnificadas que fueron evacuadas por la riada comenzaron ayer a retornar a sus casas, que están en zonas de riesgo.
Ocho familias dejaron el albergue municipal. Algo similar ocurrió en el albergue del sector del recinto Los Sauces.