Inversión privada impulsó a Manabí

Los trabajos de repotenciación del puerto de Manta continúan. Las labores del dragado, se iniciaron en enero pasado. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO

Las calles Manabí y Reales Tamarindos, en Portoviejo, mutaron tras el terremoto del 16 de abril del 2016. Las cercanías de esas arterias , en la capital manabita, cambiaron su panorama residencial por un ambiente más comercial y de servicios.
Esas vías registran la presencia de nuevos edificios médicos y clínicas, además de centros y plazas comerciales que aglutinan a negocios, restaurantes y almacenes que antes se ubicaban en la denominada ‘zona cero’; otros son nuevos emprendimientos. Ese desarrollo es parte de la inversión privada que se desplegó en la provincia para reactivarla.
Solo en Portoviejo se levantaron alrededor de 20 proyectos –principalmente- en los sectores de comercio y salud, la mayoría está próxima a inaugurarse. La inversión en las nuevas infraestructuras bordea alrededor de los USD 100 millones, según el Municipio.
El centro comercial Fátima Pin; las plazas Amén, Elizabeth, Fénix, Alianza; Importaciones Selecta; Novohospital, Centro Médico Santa Ana, Clínica San Francisco, Clínica del Valle, Clínica Traumatológica Dr. Sánchez y el Instituto Ecuatoriano de Enfermedades Digestivas son algunas de las iniciativas que surgieron en Portoviejo tras el sismo.
Para la Cámara de Comercio de la ciudad hay varios factores que han impulsado la inversión privada. Su presidenta, Alba González, comentó que la Ley de Solidaridad por el Terremoto, publicada en mayo del 2016, incluyó una serie de incentivos para la inversión.
Entre ellas, rebajas en el anticipo del impuesto a la renta (IR), la exoneración de este tributo, el descuento de dos puntos en el impuesto al valor agregado (IVA), entre otros. No obstante, cree que no fue suficiente, pues no se trabajó en otros temas como la facilidad de acceso a créditos para dar un mayor impulso a la reactivación.
Una de las mayores inversiones constituye la Clínica San Francisco, en el norte portovejense. El proyecto tiene un avance del 96% y está edificado en un área de 31 000 m2, tiene 49 consultorios de salud distribuidos en siete bloques y 270 parqueos.
Guido Carranza, inversionista de la obra, explicó que el proyecto estaba pensado desde antes del 2015, pero tras el terremoto la idea aterrizó porque existía la necesidad, ya que la clínica San Antonio, de alta demanda, y otras pequeñas colapsaron.
En el área comercial resalta la Elizabeth Plaza, en la calle Reales Tamarindos, que demandó una inversión de USD 1 millón en su primera fase. El área dispone de 10 grandes locales en una extensión de 2 800 m2. Su impulsor, Kempis Guerrero, reconoció que el desencadenante para su levantamiento fue el sismo.
Ahí funcionarán la Contraloría del Estado, dos entidades bancarias y varias corporaciones que buscaron una oficina nueva. “Soy de la idea que ninguna ciudad del mundo surge y se hace grande solamente por la ayuda gubernamental, la mano privada es la que da la mayor parte de desarrollo, con el empleo y movimiento económico”, anotó Guerrero.
Entre mayo del 2016 y marzo del 2018 se constituyeron 591 nuevos establecimientos en Manabí pertenecientes a los sectores de la construcción, turismo, comercio, industrias y otras actividades, según la Superintendencia de Compañías.
Otro cantón que registró inversión privada es Manta. El puerto, hoteles y centros comerciales fueron los dínamos de la economía.
En el puerto se han invertido USD 31 millones. Entre las obras constan el dragado de 1,5 millones de m3 de sedimentos, la extensión del muelle 2 en 100 m, el reforzamiento de los muelles actuales, la adquisición de una grúa móvil de 54 metros de altura y una nueva terminal de pasajeros de cruceros que también servirá como centro de convenciones.
Roberto Barriga, vocero de la Terminal Portuaria de Manta, comentó que la repotenciación de esta actividad significará progreso y desarrollo para la ciudad y la provincia. “Manta es un puerto multipropósito”.
Otros proyectos considerables que se inauguraron en la ciudad fueron el Mall del Pacífico (USD 70 millones) y el Hotel Sail Plaza en Manta (USD 51 millones), que ya estaban en construcción antes del terremoto, pero que tras el sismo se aceleró su gestión.
La vicepresidenta María Alejandra Vicuña reconoció el aporte del sector privado. Comentó que el programa económico del Gobierno llama a la participación activa de ese segmento económico. “No se han incrementado tributos, hubo un proceso de optimización y racionalización de recursos, hay incentivos al sector exportador”.