Las inundaciones dejan graves daños en 4 cantones de Manabí

Las calles del barrio Voluntad de Dios, en Monte Sinaí (Guayaquil), seguían inundadas hasta este jueves 27 de febrero del 2020, tras la lluvia. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Las calles del barrio Voluntad de Dios, en Monte Sinaí (Guayaquil), seguían inundadas hasta este jueves 27 de febrero del 2020, tras la lluvia. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

La Prefectura de Manabí envió maquinaria para habilitar un camino de una zona de la parroquia Charapotó, en Sucre. Foto: Cortesía de la Prefectura de Manabí

Las comunidades rurales del sur, norte y centro de Manabí son las más afectadas por las lluvias de las últimas horas.

En Guayas, Los Ríos, El Oro y Morona Santiago se atiende a los damnificados por las inundaciones del fin de semana. Las precipitaciones bajaron ayer de intensidad. En Guayaquil aún se sentían los estragos de la tormenta del miércoles 26 de febrero del 2020.

En Manabí, en los cantones Santa Ana, Sucre, Portoviejo y Chone, hubo inundaciones por las crecientes de los ríos la noche del miércoles y madrugada de este jueves 27 de febrero del 2020.

Una de las zonas más perjudicadas es San Pablo, una parroquia del cantón Santa Ana. Ahí, unas 500 familias amanecieron bajo el agua por el desbordamiento del río Pucón.

En este sitio predominan los cultivos de plátano, maíz y pastizales. Yújer Macías, presidente de la Junta Parroquial, informó que incluso hay dos comunidades aisladas. Algunos habitantes emplean canoas para movilizarse, porque todo está bajo el agua.

Las calles del barrio Voluntad de Dios, en Monte Sinaí (Guayaquil), seguían inundadas hasta este jueves 27 de febrero del 2020, tras la lluvia. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Según el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias, esta parroquia es susceptible a inundaciones, debido a que se encuentra cerca de las riberas. Los habitantes esperan la ayuda, mientras las aguas acumuladas bajan.

Gestión de Riesgos informó que se evalúan los daños ocasionados a las plantaciones.

En Charapotó, del cantón Sucre, el río Viejo se anegó, por el taponamiento de su cauce. La zona arrocera fue una de las más dañadas, dijo el presidente de la Asociación de Arroceros, José Valencia.

En Riochico, de Portoviejo, las comunidades La Balsita, Ebanito y San Francisco quedaron con el agua acumulada por el desbordamiento de un río. Personal de la Prefectura, con la maquinaria, construyó un muro de protección para evitar nuevas inundaciones. En la comunidad de Chibunga, en Chone, el daño de un camino vecinal dejó incomunicados a los habitantes del sector Bardudal.

Técnicos de Gestión de Riesgos entregaron bidones de agua a las familias. Hasta este jueves se limpiaban los escombros para habilitar el acceso.

En Guayaquil, algunas zonas seguían inundadas, como Voluntad de Dios, en Monte Sinaí. El agua se acumuló en la Atarazana, Sergio Toral 1 y 2, Coop. Nueva Victoria 1 y otras.

En la zona céntrica, los dueños de comercios, farmacias y almacenes realizaban la limpieza de los locales. La lluvia de intensidad extremadamente fuerte duró tres horas. Entre las 17:00 y las 20:00 del miércoles 26 de febrero del 2020 hubo tormentas eléctricas y ráfagas de viento.

Luis Ramírez, sacristán de la iglesia San Agustín, en el centro de Guayaquil, comenzó a las 04:00 las tareas de evacuación del agua. Ese templo fue uno de los afectados y ayer suspendió las misas de las 07:30 y 08:30. El agua ingresó desde las calles, por el colapso de las alcantarillas. La Catedral Metropolitana tuvo una filtración de lluvia por el techo.

Según el informe de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil se atendieron 40 emergencias, entre rescates por accidentes de tránsito, árboles caídos, cortocircuitos, entre otros.

El agua se acumuló en 23 calles y avenidas, incluidos los túneles que conectan el centro con el norte y el Puente de la Unidad nacional. Se cayeron 11 árboles y se inundaron cuatro viviendas en el sector Monte Sinaí, en la Cooperativa Camino Real; y una vivienda colapsó en Balerio Estacio.

De 80 a 85% de las lluvias acumuladas de febrero se tuvo en “tan solo tres horas”, explicó José González, coordinador de la Cuenca del Guayas del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

La ciudad tiene 30 estaciones de monitoreo de lluvias. La lluvia acumulada mensual en el Puerto Principal, hasta ayer a las 14:00, era de 320.8 mm. El promedio mensual histórico para febrero es 332.0 mm.

El técnico del Inamhi señaló que las condiciones atmosféricas anómalas y las oceanográficas causan las fuertes lluvias, con tormentas y viento.

En Morona Santiago no hay inundaciones pero sí daños, por lo que los habitantes de la parroquia San Isidro solicitaron la declaratoria de emergencia al COE cantonal de Morona. Ese petitorio se presentó en una asamblea realizada la noche del miércoles.

Las lluvias del fin de semana en el centro parroquial dejaron más de 39 viviendas afectadas por las inundaciones.

Se desbordaron los ríos Quebrada y Éufrates. El informe técnico de la Junta Parroquial, que será ampliado y analizado, recomienda realizar algunas obras. Por ejemplo, poner muros de gaviones en la orilla de los afluentes, construir un puente sobre el río Quebrada y demoler un dique. El alcalde de Morona, Franklin Galarza, propuso crear una mesa técnica multidisciplinaria entre el Gobierno Provincial, Municipio y Junta Parroquial, para determinar las obras prioritarias.

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