Personas en la calle despues del temblor en Guayaquil, sector Atarazana. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional elevó a 7,8 grados en la escala de Richter la magnitud del terremoto que sacudió hoy a Ecuador, que “representa una muy grande energía sísmica liberada” dijo a Efe el técnico de este organismo Hugo Yepes.
El epicentro del temblor se situó entre las localidades de Cojimíes y Pedernales, en la zona norte de la provincia de Manabí (noroeste) y tuvo lugar a las 18:58 hora local (23:58 GMT).
Según Yepes, el movimiento sísmico tiene relación con la zona de contacto entre las placas de Nazca y Sudamericana, donde se generan frecuentemente terremotos, por lo que “era el sitio más probable” para que ocurriera.
Tras las diferentes actualizaciones con la información captada por los sismógrafos, según Yepes, la magnitud 7,8 es muy probable que se aproxime mucho a la que resulte definitiva.
El experto indicó que con 7,8 grados es previsible que se produzcan réplicas, que se darían como sismos posteriores, de magnitudes, en general, menores, si bien “no hay que descartar que en las siguientes 72 a 96 horas haya un evento” de magnitud más elevada.
En Quito, tras el temblor las comunicaciones presentan fallos, presumiblemente por congestión en las líneas telefónicas por la angustia que generó el sismo, sentido en casi todo el país.
En algunos lugares, como en un sector del valle de Los Chillos, aledaño a la ciudad, incluso han informado del corte del fluido eléctrico por cortocircuitos en las líneas de transmisión de energía.
En Guayaquil (noroeste), algunos medios de información han publicado en redes sociales fotografías sobre daños en edificios.
De su lado, vecinos de la zona sacudida por el terremoto, reportaron que algunas casas resultaron afectadas y que pobladores de la localidad de Muisne fueron evacuados por las autoridades.
“La casa de mi hermano se ha caído”, dijo a Efe una afectada tras señalar que los habitantes de Musine, con ayuda de las autoridades, han evacuado a lugares seguros por temor a que se presente un tsunami.
Otro vecino de Muisne, una pequeñas isla adosada al continente en el sur de la provincia de Esmeraldas (noroeste), contó que un barco gabarra evacuó a los vecinos de ahí tras el terremoto que se sintió “súper fuerte”.
“Fue tremendo”, agregó Marco, dedicado a la crianza de camarones en el sector, y relató que tras la evacuación, los pobladores se han dirigido a la localidad de Pueblo Alto, situado en una elevación de la región.