Los fotorradares que funcionan en 10 puntos de la ciudad no tienen pantallas para mostrar los valores de la velocidad de los autos. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
La puesta en funcionamiento de los fotorradares en Esmeraldas mantiene en tensión a los conductores particulares y de las cooperativas.
Este sistema comenzará a operar oficialmente el 1 de febrero. Desde ese día, las personas que excedan los límites de velocidad en la ciudad serán notificadas y multadas, como establece la Ley de Tránsito.
En el primer mes de prueba de los dispositivos, en diciembre del 2019, se registraron 10 000 infracciones por exceso de velocidad, según un informe de la Dirección Municipal de Tránsito de Esmeraldas.
Las autoridades decidieron que este experimento seguirá durante este mes, con el fin de ampliar el tiempo de difusión del control de la velocidad que se hará en las calles del centro de la ciudad y en la periferia. Estos nuevos controles comenzaron el martes último.
Los fotorradares están instalados en 10 puntos de la ciudad y están a cargo del Consorcio Vial Esmeraldas, responsable del manejo del sistema. Estos aparatos no tienen pantallas que muestren los valores de la velocidad a la que se va.
En el informe de la primera prueba se detalla que la mayoría de infracciones se cometió en la zona del sistema de puentes, donde los conductores fueron a más de 100 kilómetros por hora. También, hubo exceso entre el tramo Bimot 13-Terminal Terrestre Green Center, en el sur de la ciudad. Un tercer punto fue la vía del Redondel de Codesa-Refinería, sur de la ciudad.
En esas vías se había establecido inicialmente un límite de 60 kilómetros por hora.
En la zona urbana no se puede conducir a más de 50 kilómetros por hora, mientras que en el sistema de puentes está en el rango de 70 a 90 km. Este último está en discusión.
La sanción para quienes sobrepasen esa velocidad va desde USD 120 hasta 400.
Durante la etapa de prueba no habrá sancionados, pero sí se notificará a algunos conductores, que serán escogidos al azar. Segundo Valencia fue uno de los notificados en diciembre, con una multa de USD 400. Él dice que falta difusión del control de tránsito.
El director de la Agencia Municipal de Tránsito, Lenin Chica, indicó que la instalación de los fotorradares fue difundida junto con la Unión de Cooperativas de Taxis y el servicio de transportación pública. Además, se han realizado campañas radiales en la ciudad por más de tres meses.
Por ese motivo, dijo, se ha avanzado con la etapa de prueba para que en febrero ya empiecen a regir las fotomultas a los conductores.
El presidente de la Unión de Taxistas en Esmeraldas, Edmundo Prado, precisó que la implementación del sistema no es viable, porque en la ciudad hacen falta las señales de tránsito y la mayoría de semáforos no funciona correctamente. Además, la señalética de advertencia para reducir la velocidad no se alcanza a ver y no es reflectiva. También, se quejan por las falta de las pantallas en los aparatos.
“Le hemos dicho a la alcaldesa de Esmeraldas (Lucía Sosa), que si no existe señalética en la ciudad y no se regulan las multas por infracción no vamos a estar de acuerdo con la aplicación del sistema”, comentó el dirigente.
Al interior del Concejo Cantonal también existen desacuerdos por la puesta en funcionamiento del sistema de fotorradares. Cinco de nueve concejales han mostrado su rechazo a la medida. Uno de ellos es Miguel Ruiz, quien afirma que no existe una ordenanza para el funcionamiento de este tipo de instrumentos tecnológicos.
“Esmeraldas no está preparada para el sistema de fotomultas de tránsito, por eso hemos recomendado que se identifiquen las señaléticas correspondientes y se aplique una campaña agresiva de educación vial”, señala.
El concejal Jairo Olaya presentó el 26 de octubre del 2019 un pedido a la Contraloría para que revise el contrato para la instalación de los fotorradares, entre el Municipio y el Consorcio Vial Esmeraldas, firmado en mayo del 2019, días antes de la salida del anterior alcalde, Lenin Lara.
El contrato establece, entre otras cosas, que el 51% de la recaudación irá a las arcas del Municipio y el 49%, para el Consorcio Vial. “Se estima que anualmente se recauden USD 3 millones, es decir, 36 millones durante los 12 años que dura la concesión”, explica Olaya.
“Si no existe una ordenanza no puede haber fotorradares. Sin normas, la aplicación del sistema es una ilegalidad”, señaló el vicealcalde del cantón Esmeraldas, Silvio Burbano.
Según el edil, existe una comisión de tránsito del Municipio que presentará una propuesta de ordenanza para discutir la normativa.