En la calle P. Icaza se hace doble columna, una infracción común en el centro. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
El centro de Guayaquil recibe en las horas pico un promedio de
170 000 vehículos por día, de lunes a viernes. El lugar, que abarca unas 16 cuadras, concentra la actividad comercial y turística del Puerto Principal. Solamente el malecón Simón Bolívar recibe en promedio 1,6 millones de personas cada mes.
Otros sitios de interés son el barrio Las Peñas, el Cerro Santa Ana, el parque Centenario, la Plaza Seminario, la avenida 9 de Octubre y La Catedral.
Por el alto tráfico vehicular, las regulaciones a los conductores se aplican en todo el casco céntrico y las multas pueden llegar hasta USD 394, sea para el guayaquileño o los visitantes que van por turismo o actividades de negocios.
De acuerdo con los registros de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), seis infracciones fueron las más comunes en enero del presente año (ver gráfico).
También hay otras que, aunque tienen un menor número de citaciones, son importantes porque la sanción económica es alta. Por ejemplo, invadir el carril exclusivo de la Metrovía o bloquear una intersección, que se multan con un salario mínimo (USD 394).
En la esquina de las calles Víctor Manuel Rendón y Córdova, a dos cuadras del Malecón, las infracciones se cometen, sobre todo en las horas pico. A las 18:00 es común ver el exceso en el uso de las bocinas, las dobles columnas, los autos que dejan o reciben pasajeros “al vuelo” y los carros que se parquean en las zonas destinadas solo para las paradas de los buses urbanos.
“Al mediodía es imposible encontrar un parqueo”. Ese fue el reclamo del cuencano Mario Redrován, quien el pasado viernes llegó junto a su familia para aprovechar la tarde y recorrer los sitios emblemáticos de la ciudad.
Él buscó parqueadero por más de 30 minutos, pero tras no hallar un espacio público dejó su vehículo en uno de los parqueaderos privados, a un costo de USD 1,50 la hora o fracción. “Guayaquil es lindo, pero debe haber más espacio para los turistas”.
En Guayaquil se controla y sanciona el bloqueo de 14 intersecciones, a través del sistema fotomultas, que empezó en junio del año pasado. Una cámara sancionadora, una cámara de entorno y un flash son los equipos para controlar este tipo de infracciones.
Las intersecciones son la Diez de Agosto y Quito, Diez de Agosto y Machala, Nueve de Octubre y Esmeraldas, Benjamín Carrión y Baquerizo Nazur, Nueve de Octubre y Carchi, Chile y Luque, Chile y Clemente Ballén.
También Clemente Ballén y Quito, Clemente Ballén y Machala, Los Ríos y Primero de Mayo, Aurora Estrada y Los Ríos, Boyacá y Víctor Manuel Rendón, Chile y Aguirre y Chile y Diez de Agosto.
Cristhian Rochina, director de Estadísticas de la ATM, aseguró que en la ciudad de Guayaquil circulan alrededor de 500 000 vehículos cada día y que las multas forman parte del control que busca reducir infracciones. Explicó que en enero de este año se redujo la cantidad de sanciones frente al mismo mes del 2018.
“Esto es bueno para nosotros, porque se está cumpliendo nuestro objetivo que es educar al conductor y que tenga ese grado de corresponsabilidad”.
El alcalde Jaime Nebot dijo en una entrevista radial que “las multas disuasivas en tránsito tienen como objetivo hacer que los ciudadanos cumplan la ley, (y) no fondear a la ATM.” Indicó que esas multas han logrado bajar drásticamente las violaciones a la ley y los accidentes, “protegiendo la vida de los ciudadanos y mejorando el tráfico”.
Sin embargo, el conductor Andrés Mancheno se mostró a favor de aplicar parquímetros en el centro para incentivar la diversificación del uso de los espacios públicos. Esta medida ya se ha aplicado en otros sectores de alta actividad comercial como Urdesa, Kennedy, Puerto Santa Ana y La Alborada.
Francisco Gallo, gerente de Parqueo Positivo, a cargo del proyecto, explicó que uno de los beneficios ha sido la reactivación del comercio en esos sectores históricos comerciales de Guayaquil.
Entre el 2 y 4 de marzo se presentarán en el centro de Guayaquil varios eventos por Carnaval, por lo que las autoridades piden respetar las leyes y ordenanzas de tránsito.