Isabel Tapia, de 44 años, vende trigo pelado en la calle Sangurima, en el Centro Histórico de Cuenca. Ella dice que no es una comerciante informal sino autónoma. En una canastilla de mimbre tiene unas 30 fundas de ese producto que vende en USD 0,50. Tiene clientes que la buscan luego de vender en este lugar cerca de 13 años.
Ella pertenece a la Asociación Aventureros de vendedores autónomos. A este grupo pertenecen 250 personas.
Desde que la administración actual empezó su gestión se trabajó en la carnetización de los comerciantes informales o autónomos. Hasta la fecha se carnetizó a 854 comerciantes. Tapia es parte de la asociación.
Pero a más de Aventureros existen las asociaciones 22 de Marzo, MTM, Leonidas Proaño y 9 de Enero. Las cinco aglutinan a 600 comerciantes.
En la actualidad, el Municipio de Cuenca maneja la propuesta de que comerciantes como Tapia utilicen puestos vacíos en los mercados de la ciudad. Según el director administrativo del Cabildo, Guillermo Sempértegui, existen 254 puestos libres en los mercados 27 de Febrero, 10 de Agosto, 9 de Octubre, 3 de Noviembre y 12 de Abril.
Sempértegui asegura que el reto es ubicar a los comerciantes en los puestos que los vendedores se niegan a ocupar. Al respecto, Tapia piensa que trabajar en un mercado no resultaría rentable porque “nadie llega”.
Sempértegui explica que lo primero es ubicar a los 600 vendedores en los 254 puestos de los mercados. El funcionario no habla de un plazo para la reubicación, pero cuenta que ya se los llamó para que voluntariamente accedan a una solicitud de puesto en uno de esos mercados. Cuando paguen un rubro, que aún no se estipula, puedan obtener el puesto.
A Tapia esa idea le parece accesible y espera saber cuánto le costará ese puesto para intentar acceder a un crédito y pagarlo.
Desde el Municipio constantemente se hacen llamados a la ciudadanía para que deje de comprar a comerciantes informales. Sempértegui dice que si estos vendedores existen y crecen en número es porque existen personas que les compran y tienen clientes. “Es un problema de cultura de compra”.