La alarma suena en Fibroacero, en el parque industrial, en el norte de la capital azuaya. Los 25 brigadistas de seguridad de la empresa, que se dedica a la elaboración de cocinas y cocinetas, salen de sus puestos y se forman en la entrada.
Allí, los encuentra el jefe de Seguridad, Santiago Martínez. Reunirse en este lugar les toma menos de tres minutos. Un tiempo menor requieren para organizarse e iniciar la evacuación de los 400 empleados.
Según la Cruz Roja y los Bomberos este es uno de los planes de prevención más exitosos que funciona en el Austro.
En las instalaciones, todo está señalizado. Las tres salidas de escape tienen sus señales en carteles verdes, rojos y amarillos, y con flechas blancas, que identifican las zonas seguras para que los empleados se movilicen.
Los directivos de Fibroacero crearon la brigada de seguridad luego de que en 1999 la fábrica soportó un incendio. Fallecieron dos personas. Este hecho alertó a las industrias cercanas.
Para evitar, en lo posible, la pérdida de más vidas, se conformó la brigada y se desarrollaron los planes de seguridad. Se estableció la capacitación quincenal de los brigadistas y del resto de empleados. También se identificaron las rutas de escape y se colocó señalización en los sitios de trabajo.
Miguel Calle, director de Talento Humano de esta exportadora, está convencido de que los trabajadores saben cómo actuar si se presenta un conato de incendio u otra emergencia. Su argumento se basa en el tiempo que emplean en los simulacros de evacuación.
Seis minutos fue el tiempo máximo que registraron a finales del año pasado. En el 2009 hubo dos simulacros intempestivos.
Cuando desarrollan esta práctica hacen llamadas reales a los Bomberos y a otras entidades como la Policía y el Consejo de Seguridad Ciudadana de Cuenca.
Según Calle, de esa forma miden la capacidad de reacción de esas entidades y el tiempo que les toma llegar a la planta.
William Albán trabaja en el Departamento de Pintura. Desde hace tres años es parte de la brigada. “La experiencia es enriquecedora”. Según él, todos los brigadistas saben técnicas básicas de primeros auxilios, evacuación y combate de incendios.
El Jefe de Seguridad de Fibroacero, quien además es bombero voluntario, se encarga de la capacitación. En su opinión, lo importante es que los trabajadores sepan lo básico para ayudar a sus compañeros. “Con esos conocimientos, los bomberos ofrecen capacitación más avanzada”.
Después del terremoto de Chile, registrado el pasado 27 de febrero, esta empresa implementó un plan de contingencia ante sismos. Se relaciona con salidas ordenadas de las instalaciones. Los brigadistas saben cómo conducir a sus compañeros a sitios seguros.
En la brigada se armaron grupos que tienen sus responsabilidades. Una parte organiza la evacuación y la contingencia, otra llama a las instituciones de emergencia como Cruz Roja y Bomberos. Incluso hay quienes atienden a los periodistas.
Los encargados de apagar los equipos que usan gas y combustibles están identificados. Ángel Albán lo hizo en los simulacros.
Él trabaja en el área de Calidad y tiene siete años en la brigada. “Debemos trasmitir calma a los demás empleados, para que no se genere el caos”.